La escena musical valenciana ha conseguido, en los últimos años, hacerse un ancho hueco en el panorama del rock alternativo nacional, un de reconocido prestigio que las formaciones valencianas han conseguido alcanzar por méritos propios a pesar de las muchas dificultades que han ahogado a un sector, el de la música en general, que en toda la comunidad valenciana se las ha visto y se las ha deseado para abrirse camino en un contexto en el que las ayudas, no solamente económicas, han brillado por su ausencia.
Sin embargo, y a pesar de estas dificultades, hoy en día son varias las formaciones valencianas que en algunos campos, como el del rock alternativo, se han convertido en los máximos referentes a nivel nacional hasta el punto que de que en sus actuaciones, repartidas por todos los puntos de la geografía española, suelen agotarse las entradas días antes incluso de la fecha prevista. De hecho, en uno de los escenarios más prestigiosos de esta escena musical, el del festival Viña Rock, que en esta su XXI edición acaba de reunir en la localidad manchega de Villarrobledo a cerca de 200.000 asistentes, las bandas valencianas han vuelto a demostrar su gran estado de salud protagonizando los conciertos más multitudinarios.
En total, fueron más de quince las bandas con ADN valenciano las que actuaron en los distintos espacios del festival, algunas de las cuales han supuesto una auténtica revolución en su estilo musical. Y es que, si bien la representación valenciana estaba compuesta por nombres habituales en la escena del rock alternativo, como Disidencia, Maniatica o el Último Ke Zierre, con gran tradición en esta cita, otras formaciones como Zoo, Aspencat, Auxili, Mediterranean Roots, Funkiwis o la Gossa Sorda, entre otros, dieron buena muestra de una larga tradición musical que cada vez cuenta con un mayor reconocimiento en todos los campos.
Y es que, más allá de las diferencias evidentes entre estas formaciones, una de las características que comparten algunas de estas bandas y que cada vez es más común en formaciones de todo tipo, es la presencia en el escenario de una sección de instrumentos de viento que contribuye a dotar al conjunto de una musicalidad que ha acabado por cautivar también a los más rockeros. De hecho, hasta ocho de las bandas valencianas que estuvieron presentes suman, a los instrumentos habituales del rock, un buen número de “metales” que se resuenan por todos los espacios del festival, en una muestra del buen hacer característico de los músicos valencianos.
En todos los estilos
De entre estas formaciones, sin duda la que más público consiguió reunir fue La Raíz, una banda de Gandia que ha protagonizado en una auténtico revelación en los últimos años hasta convertirse, por aclamación popular, en el conjunto más de moda en el mundo del rock alternativo de toda la geografía nacional. A sus letras reivindicativas y la presencia de tres cantantes sobre el escenario, cabe sumar las melodías de su sección de vientos, que le otorgan ese toque característico que les hace únicos.
Otra de las bandas valencianas con sello propio es Zoo, una formación nacida también en Gandia y que ha sabido sumar a sus sonidos más electrónicos, la fuerza de un trombón que sobresale entre los demás instrumentos, y que hace de ésta, una formación única que reunió a la intempestiva hora de las 16.30 horas a más de diez mil personas en una actuación memorable.
Otras formaciones como la Gossa Sorda, que en su gira de despedida ofreció otro de las actuaciones más multitudinarias del festival; Aspencat, que sigue siendo una de las formaciones valencianas con más pegada en este sector; los jóvenes de Auxili, que se están haciendo hueco entre los grupos reggea; o Mediterranean Roots, que también dejaron su sello en el festival; cuentan entre sus miembros con verdaderos profesionales de la música de banda, que otorga a sus composiciones un toque personal que se ha hecho cada vez más popular entre el gran público y del que también participan formaciones como Funkiwi´s o El Tio la Careta.
Con el sello de las Bandas de música
Sin duda, a este hecho característico de las formaciones valencianas contribuyen en gran medida las cientos de Sociedades Musicales y bandas de todo tipo que abundan en los pueblos valencianos. Estas sociedades, que en algunos casos cuentan con cientos de años de historia, suponen una cantera interminable de intérpretes única en el mundo, y cuya labor se extiende ahora a campos musicales de todo tipo. Solo de esta forma se puede entender el auge de estas formaciones valencianas cuyo ejemplo está empezando a cundir en otras bandas.
Y es que, además de formar musicalmente a cientos de jóvenes cada año, las escuelas de música, sociedades musicales, charangas, orquestas y bandas de todo tipo, contribuyen a que la pasión por la música se extienda a todos los rincones de la geografía valenciana, en un fenómeno social y cultural único en el mundo.
De hecho, es habitual que los trombonistas, trompetistas y otros intérpretes de estos grupos de rock compaginen, en la medida de lo posible, sus giras por festivales y salas de toda España con las actuaciones en las bandas de su pueblo o con las charangas de las que forman parte, y que participan de las numerosas citas festivas de la Comunitat, entre fiestas patronales, Fallas o Moros y Cristianos.
Así, solo teniendo en cuenta la larga tradición valenciana en campos como la música de banda y los espectáculos de calle, se puede entender el buen momento que viven estas formaciones que, en géneros como el rock, el folk, la canción de autor, o tantos otros, están obteniendo un reconocimiento que se extiende a distintos ámbitos culturales y geográficos. Un reconocimiento al buen hacer de los músicos valencianos que, al menos hasta ahora, no había contado con el respaldo que su calidad merece.