Las bandas de música de la Comunitat Valenciana tendrán, por fin, una casa propia a la altura de su importancia social y cultural. Así se anunció hace unos días para confirmar que la Alquería Julià, un inmueble declarado Bien de Interés Cultural ubicado en el barrio valenciano de Nou Moles, se convertirà en un espacio dedicado a la música y que serà a la vez la sede de la Federación de Sociedades Musicales de la Comuntat Valenciana, que aglutina a las más de quinientas bandas de música y otras formaciones que hay en activo en la Comunitat.
El anuncio, en el que estuvieron presente el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig; el alcalde de Valencia, Joan Ribó; y el presidente de la FSMCV, Pedro Rodríguez; contó también con la presencia José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, la actual propietaria del inmueble y a la sazón una pieza fundamental de este proyecto, pues será la encrgada de rehabilitar el edificio para que se convierta en un centro musical de referencia.
La inversión prevista se sitúa en torno a los dos millones de euros, y se prevé que las obras tengan una duración de dos años, un periodo de tiempo en el que el edificio, considerado como uno de los escasos ejemplares conservados de alquería valenciana del siglo XVII, se adaptará a sus nuevos usos sociales y culturales que contemplan, entre otras actuaciones, la construcción de un auditorio subterráneo bajo el jardín. La recuperación de este edificio singular para la vida cultural de la ciudad permitirá aumentar el atractivo del barrio, en un proyecto global para rediseñar la ciudad.
La actuación se enmarca dentro de la nueva estrategia de Bankia, que bajo el lema “Escolta València” ha impulsado distintas iniciativas relacionadas con las bandas de música, entendidas como el elemento asociativo más importante de toda la Comunitat.
La “casa de la música”
Sin duda, el proyectyo servirá para dar una mayor visibilidad a uno de los elementos sociales y culoturals más importantes de todo el territorio valenciano, el de las Sociedades Musicales y sus bandas de música que, tal y como el propio Ribó se encargó de recordar, comparten todos los pueblos valencianos.
Precisamente por eso, el objetivo es que este nuevo centro cultural se convierta en el referente de la formación y el desarrollo musical, y que seriva para dar a conocer un movimeinto social y cultural único en el mundo. Para alcanzar este reto, la Aqueria Julià serà también la sede de la FSMCV que podrá desarrollar su importante actividad en un centro de referencia y con todos los servicios a su alcance, ya que además del auditorio subterráneo, el edificio contará con una biblioteca, videoteca, fonoteca, sala de partituras, diferentes zonas para uso cultural y un espacio expositivo.
El presidente de la FSMCV, Pedro Rodríguez, quiso agreder a todos los implicados en la puesta en marcha de este proyecto que sin duda marcará un antes y un después en el devenir de una entidad que aglutina, según explicó, “a los 60.000 alumnos de nuestras escuelas de música y a los 40.000 músicos de nuestras bandas, orquestas, coros, grupos de dolçaina i tabal y otros instrumentos tradicionales, y mucho otros grupos de pequeño formato”, como el cuarteto de clarinetes “Ad Libitum” que puso el toque musical a la presentación.
El presidente de la FSMCV concluyó que espera festejar el “50 aniversario de la Federación en 2018 y que con suerte, y mucho esfuerzo, coincidirá con el fin de las obras y la entrega del recinto de l’Alqueria Julià.