Durante el mes de julio Valencia acoge la VIPA (Valencia International Performance Academy), el único curso-festival internacional de música que se celebra en la ciudad y al que asisten un centenar de músicos procedentes de catorce países de cuatro continentes, rigurosamente seleccionados de entre más de ciento cincuenta solicitudes. Asimismo, el festival traerá a Valencia doce de los profesores de piano y composición más prestigiosos del panorama internacional. Además, VIPA 2018 Composition cuenta con dos grupos residentes: Mivos Quartet (New York, USA), que ofrecerá dos conciertos durante el festival y el B3:Brouwer Trio (Valencia, España). Junto a ellos colaboran el multifacético percusionista e investigador Philippe Spiesser (responsable de percusión de la Haute École de Musique de Génova) y la violinista Mieko Kanno (nombrada recientemente responsable de Estudios Doctorales de la Sibelius Academy de Finlandia), además de la pianista Anna d’Errico y el percusionista local Juanjo Llopico.
En su octava edición, la Valencia Internacional Performance Academy (VIPA) tendrá lugar en el Conservatorio Municipal José Iturbi y en el Conservatorio Superior Joaquín Rodrigo. Ambos centros acogerán, respectivamente, los dos programas en los que se estructura la VIPA: el Programa de Piano (del 2 al 6 de julio) y el Programa de Composición (del 10 al 20 de julio). Los conciertos del VIPA Concert Festival se repartirán entre el Centre del Carme y los auditorios de ambos conservatorios.
Bajo la dirección artística del pianista, director y compositor Carlos Amat, se trata de un encuentro de marcado carácter internacional que se ha ido consolidando edición tras edición, convirtiéndose en un punto de referencia para estudiantes de música de todo el mundo que acuden cada año a Valencia para recibir clases de un profesorado también internacional y trabajar con intérpretes de gran nivel. En este sentido, la VIPA aspira a seguir creciendo a través de la convocatoria de nuevas especialidades instrumentales, teniendo como modelo festivales de prestigio internacional como el Aspen Music Festival School o el Tanglewood Music Center.
En esta línea, Amat considera imprescindible ganar visibilidad y trabajar para “aprovechar la condición de Valencia como ciudad moderna, turística y de emplazamiento privilegiado, a la vez que aglutinante de una enorme vocación musical histórica.” Según Amat, “el sólo hecho de atraer a nuestra ciudad el gran número de talentos que vienen cada año ya es de por sí una estupenda contribución a la ciudad, que se materializa en el interesantísimo programa de conciertos (más de diez) que se ofrece en distintos espacios, como el Centre del Carme y los auditorios de los Conservatorios implicados.” Sin embargo, el director artístico insiste en que la aspiración de la VIPA está en la consolidación de un macro festival-curso de verano que se convierta en una actividad reconocida mundialmente y que pueda atraer a públicos de todo el mundo, del mismo modo que sucede en los festivales mencionados anteriormente. A estos efectos, Amat indica que ya la VIPA supone una aportación en gasto turístico de unos 125.000€ para la ciudad de Valencia, aunque esto no es nada comparado con el capital que supondría si se cumplieran los objetivos planteados. Y todo ello alrededor de una oferta cultural de nivel superior, como afirman ya los centenares de participantes que han pasado por el festival en sus ocho años de existencia.
La VIPA cuenta con el apoyo del Institut Valencià de Cultura, el Consorci de Museus de la CV, el Conservatorio Superior Joaquín Rodrigo, el Conservatorio Profesional José Iturbi y la colaboración habitual de Pianos Clemente. En cuanto a los apoyos internacionales, VIPA recibe la colaboración del Ithaca College de NY y de la University of South California, San Diego.