Con un total de 547 Sociedades repartidas por todas las comarcas y municipios de la Comunitat Valenciana; con cientos de escuelas especializadas, decenas de miles de alumnos e intérpretes, y algunos de los compositores y directores más reconocidos a nivel mundial, la música de banda es sin duda una parte capital de la cultura valenciana. Un elemento que por su proyección e importancia, trasciende incluso la dimensión artística para convertirse en un actor social de primer orden, que ha marcado el día a día de muchos valencianos a lo largo de los últimos 200 años, hasta consolidar un movimiento único en el mundo que ahora, en pleno siglo XXI, busca reivindicar su espacio y su voz propia en un entorno cambiante.
Es en este contexto en el que la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana, el órgano que aglutina a la totalidad de estas Sociedades Musicales, celebra este fin de semana su Asamblea General, una cita anual que si bien sirve para marcar la hoja de ruta que habrá de guiar al movimiento durante el próximo ejercicio, en los últimos años se ha convertido también en una demostración de fuerza de un colectivo, el de los músicos, que se ofrece para seguir jugando un papel determinante en una sociedad en la que los modelos culturales y de sociales han sufrido una profunda transformación en pocos años.
Es por eso que esta Asamblea General llega con cambios respecto a años anteriores. Unos cambios que si bien ya se notaron en la pasada edición celebrada en Benicàssim, serán más visibles en los actos previstos este fin de semana en Cullera y que permitirán dotar a la cita de un amplio contenido lúdico y formativo, más allá de las cuestiones estrictamente técnicas y de funcionamiento interno. Esto será posible gracias a la decisión establecer una asamblea semestral adicional, que se celebró por primera vez el pasado mes de enero, en la que se abordan aquellas cuestiones relativas a la gestión, dejando para la cita de este este fin de semana la presentación de los principales proyectos en los que trabaja la FSMCV y las líneas maestras de actuación.
De esta manera, la Asamblea, que arrancará el viernes con la inauguración oficial de las Escuelas de Música de la Comunitat, solamente someterá a votación la aprobación de los presupuestos para el año 2017, mientras que el resto de sesiones se dedicarán a la presentación de propuestas que buscan abrir nuevos horizontes para las Sociedades en materias como la igualdad, la juventud, la transparencia o la inclusión social; unas inicaitavas que ya cuentan en algunos casos con el respaldo del Consell, y que se pretende poner en marcha en los próximos años con el objetivo de aumentar el ámbito de trabajo de la música. Se trata, en definitiva, de definir cuál tendrá que ser el papel de las Sociedades Musicales en un nuevo paradigma social y político en el que las asociaciones de todo tipo juegan un papel cada vez más importante. Y es que, según explica el presidente de la FSMCV, Pedro Rodríguez, a lo largo de los últimos dos siglos, las bandas de los pueblos han sido el sitio habitual de reunión para buena parta de la sociedad, que tradicionalmente se ha organizado en torno a la música, hasta acabar demostrando que, según afirma, “las bandas de música estructuran el territorio”.
La Asamblea, a la que está previsto que acudan representantes de todas las Sociedades Musicales, se ha convertido, pues, en una cita imprescindible para todas aquellas personas relacionadas con el mundo de las bandas. La reunión más importante de todo un colectivo que contará además, en esta edición, con una nutrida representación institucional, con un buen número de consellers i directores generales al frente, a los que podría sumarse alguna otra personalidad de relieve el fin de semana. Una presencia que, en palabras del propio Rodríguez, “demuestra el respaldo con el que cuentan las Sociedades Musicales y la fortaleza del movimiento de las bandas”.
Sin duda los máximos representantes de las instituciones “tienen que estar ahí”, a pesar de los problemas de financiación del colectivo, que ha denunciado en varias ocasiones que de los 20 millones que necesita, solamente podrá recibir 8 millones del Gobierno Valenciano en este ejercicio. Aún así, la presencia de algunos de los pesos pesados del Consell contribuye a apaciguar una situación complicada que desde ambas partes tratan de capear a la espera de “tiempos mejores”. De hecho, la FSMCV ha sido uno de los colectivos que se ha sumado recientemente al manifiesto de la Generalitat para pedir una financiación justa al Estado, un nuevo reparto que, desde las Bandas, entienden que contribuiría a mejorar las condiciones de un movimiento asociativo que es, sin duda, el más importante de la Comunitat en cuanto a número de personas y uno de los más relevantes de todo el país.
Premios Euterpe
Así, según apuntan desde la dirección, la Asamblea General de la FSMCV ya no atienden solamente a cuestiones internas, sino que se ha convertido en una cita imprescindible para dar a conocer el importante papel que las Sociedades Musicales juegan en la sociedad. Un acto público de reconocimiento que desde al año pasado cuenta con el atractivo añadido de la celebración de Gala de la Música y los premios Euterpe, que contribuyen a hacer más grande, si cabe, el fin de semana. De hecho, estos premios Euterpe, que alcanzan este año su XVII edición, son cada vez más valorados por todo el colectivo y la expectación por conocer el nombre de los premiados también ha ido a más en los últimos tiempos. Sin duda, la decisión de celebrarlos desde el pasado año coincidiendo con la Asamblea General de la FSMCV ha contribuido a aumentar la presencia de público en unos galardones que, en palabras del propio Pedro Rodríguez, buscan “devolver a los premiados el esfuerzo realizado para con las bandas y los músicos de la Comunitat”.
De momento, a la espera de conocer los premiados en categorías como la investigación, la producción, la composición la proyección o la innovación musical, la FSMCV ya ha hecho públicos los dos Premios Extraordinarios que ha otorgado este año. Por una parte, en clave valenciana, la Federación ha querido reconocer el trabajo realizado por Francisco Pontones, ex jefe del negociado del Área de Cultura de la Diputación de Valencia, y que ha sido una figura destacada por su dedicación a las sociedades musicales. Por otra, la FSMCV no ha tenido dudas en otorgar su máximo distintivo al presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, por la gran labor que la entidad financiera ha realizado por las bandas de música. De hecho, más allá de las distintas ayudas y becas que ofrece, Bankia ha firmado durante los tres últimos años un convenio con la FSMCV por valor de un millón de euros, y hace unos meses se comprometió también a ceder l´Alqueria Julià para que sea la futura sede de la Federación. El propio Goirigolzarri ya ha anunciado que acudirá al acto para recoger su premio, que además irá acompañado con el obsequio más representativo que las sociedades musicales pueden ofrecer: un pasodoble compuesto en su honor por José Ramón García i Soler, que estrenará en esta Gala de la Música la Joven Banda Sinfónica.
Nuevos retos
Más allá de los contenidos que se abordarán en esta Asamblea General, la FSMCV ha puesto ya sobre la mesa algunos de los asuntos a los que tendrá que hacer frente a corto plazo. El primero de ellos es insistir para que las Sociedades Musicales sean reconocidas como Bien de Interés Cultural, un objetivo que a pesar de que lleva tiempo en el escaparate, todavía no es una realidad. Y es que, tras algunos intentos fallidos, el pleno de les Corts aprobó definitivamente el año pasado iniciar el expediente que tendrá que acabar por confirmar el reconocimiento como BIC de todo un movimiento encabezado por la Federación, una confirmación que, según Rodríguez, esperan que no se dilate más y “se materialice en el próximo ejercicio”.
Otro de los retos a corto plazo es el de alcanzar un nuevo acuerdo entre las bandas y la Generalitat Valenciana que permita poner al día el actual marco de relación entre estas entidades, que data de 2005. Según ha explicado Rodríguez a lasbandasdemusica.com, “los nuevos tiempos exigen nuevos retos que van más allá de la música y la educación, por lo que es necesario revisar el marco normativo que reconozca la profunda vocación social de las Sociedades Musicales”.
Por último, desde la FSMCV también trabajan con el objetivo de crear una entidad supranacional que permita exportar la experiencia valenciana con las bandas de música a otros continentes. De momento ya se han dado los primeros pasos con países de Sudamérica, Asia y del resto de Europa, con vistas a poner en marcha un proyecto pionero que permita abordar toda una serie de iniciativas de carácter social. Y es que, según Rodríguez, aunque ya existen algunas ideas similares en cuestiones didácticas y de carácter estrictamente musical, ninguna de ellas implica el concepto de “ciudadanía activa”, en el que se quiere centrar este proyecto, y que tiene su máximo exponente en la tradición de las bandas valencianas como elemento de acción social. Se trataría, según explica, de exportar la experiencia valenciana de más de 200 en esta materia a otras partes del mundo, con el objetivo de dar nuevas oportunidades a los ciudadanos y las comunidades en torno a un arte tan universal como es la música.