Óscar Navarro, natural de la localidad alicantina de Novelda, ha pasado en muy poco tiempo de ser una de las figuras más prometedoras del mundo de la composición, a un referente nacional. Comenzando sus estudios musicales en su localidad natal en la especialidad de clarinete, desde muy pronto destacó allá por donde estudió por su gran talento.
Ahora, vive un año de éxitos en el que destaca la nominación al Premio Goya 2014 a la «Mejor Música Original» por la película «La Mula». Inmerso en diversos proyectos de futuro, nos cuenta al equipo de Las Bandas de Música cómo es la realidad de un compositor, sus inicios y qué le deparará próximamente.
-¿Cómo fueron sus inicios? Quiero decir, ¿Se inició por pura casualidad en la música o intuía que esto era lo suyo?
Pues hacia los ocho años, como la gran mayoría de los niños, tenía una asignatura de música y el profesor me echó el ojo, vio que se me daba bastante bien. Además, empecé a tocar en la cuna del colegio y ya recomendaron a mis padres que me apuntaran al conservatorio.
– Desde sus comienzos ya prometía, consiguiendo el Premio Extraordinario fin de grado elemental y Mención Honorífica en el Premio Extraordinario junto con Matrícula de honor en Estudios Superiores en la especialidad de Clarinete. ¿Qué recuerda de aquella época?
Mis padres nunca me llevaron muy a empujones, (risas) salvo al principio que un poquito sí… Después de alrededor de un año ya iba solo, nunca me han tenido que decir que estudiara ni que tocara el instrumento, iba con mucha ilusión. En general, recuerdo que fue una época muy bonita, porque coincides con compañeros con los que ya habías estudiado y, además, conoces a otros; por supuesto también vas descubriendo a muchos profesores que ahora ya están jubilados, pero que me aportaron mucho musicalmente.
-Un joven alicantino empieza su camino como clarinete en su ciudad natal y ahora es un gran compositor tanto de bandas sonoras para cine como de orquestas y bandas sinfónicas. Ha trabajado en los mejores estudios de música de Los Ángeles (Capitol Records, Paramount Pictures o Warner Bros). ¿Cuál es el secreto?
Nunca hubiera pensado que acabaría viviendo de la composición, pero le puse mucho empeño e ilusión, ese es el secreto. La verdad que siempre tuve la mosca detrás de la oreja con el tema de componer, empecé a hacer mis arreglos para mi grupo de clarinetes y, hace como siete u ocho años, conocí a Ferrer Ferrán. Él fue quien me dio una inyección de entusiasmo para continuar en esto, recuerdo que me dijo que yo valía, que tenía mucho talento y que tenía que seguir estudiando y formándome para continuar esto… Yo creí en sus palabras y comencé haciendo alguna obra hasta el punto que me encuentro en la actualidad. La verdad que no puedo quejarme, ya que mi música se escucha en muchos lugares. Pero te confieso que si me llegan a decir siete u ochos años atrás que iba a conseguir esto, te prometo que no me lo hubiera creído.
Has mencionado a Ferrer Ferrán… ¿Qué ha significado para ti?
Pues el pilar más importante de mi carrera en el mundo de la composición. Si no hubiera conocido a Ferrer Ferrán no estaría donde estoy. A cualquier persona le hace falta ese profesor que te dé una inyección de emoción para que tú mismo puedas después seguir adelante. Los dos o tres años que tuve clases con él recuerdo que me transmitía muchísimo positivismo, me ha ayudado mucho en todos los aspectos, es como un padre musical para mí.
– Cuenta con un enorme y destacado palmarés de premios nacionales e internacionales. ¿Qué premio o reconocimiento es para usted más especial?
Pues el que más me sorprendió y al que le tengo especial cariño es a mi nominación a los Premios Goya 2014 de la Academia de Cine, como candidato a la “Mejor Música Original” con la película “La Mula”. Es un reconocimiento que no me esperaba y más siendo mi primer largometraje. Para mí es una recompensa al trabajo que llevo haciendo desde hace mucho tiempo.
– ¿Cómo fue la colaboración con la película?
Fue un tanto curioso… Contactaron conmigo en 2011 cuando yo estaba recién llegado de estudiar en Los Ángeles… El tema es que una vez salí de la universidad empecé a mandar cds con mi música a productores, directores… Un día recibí una llamada de la productora de la película, justamente a esta casa nunca les envié ningún trabajo, casualmente entraron en mi web para escuchar mis composiciones y contactaron conmigo. En cambio, de los cientos de cedes que envié nunca obtuve una respuesta.
–Después de éste y otros grandes trabajos le lloverán las ofertas… ¿Podría desvelarme cuáles son sus proyectos de futuro?
Respecto a la música de concierto, la verdad es que este año y el próximo tengo mucho trabajo. Ahora mismo estoy con una gran obra, creo que la más apoteósica que he hecho, se llama “El Olimpo de los Dioses”; la estrenaremos en julio con la Jove Orquesta de la Generalitat Valenciana, será espectacular. Después de ese encargo, tengo que hacer un concierto de oboe para el solista de Radio Baviera (Alemania), otro de flauta para Angela Johns, profesora de la Universidad de Georgia, y otro para banda. Más o menos estos son los más importantes.
En cuanto al cine, la banda sonora de un cortometraje de un director compañero de Estados Unidos afincado en los Ángeles y la de una serie española de televisión, pero no me dejan desvelar nada…
En general, mi trabajo es un 70% música de concierto y un 30% en el cine.
– La Comunidad Valenciana tiene un gran ecosistema de bandas de música. ¿Cómo ve la situación actual de la música valenciana?
Bastante bien dentro de la situación en la que estamos. Creo que hemos sobrevivido porque la gente de este sector tiene muchas ganas e ilusión y eso creo que no lo supera ninguna crisis. Creo que nuestras bandas tienen muy buena salud.
-No sé si sabrá que en las próximas semanas saldrá publicado por primera vez en la historia de la Comunidad Valenciana un libro que recoge todas y cada una de las sociedades musicales, además de artículos de investigación… Nunca se había escrito una obra de estas características. ¿Qué le parece esta iniciativa a un grande de la música como usted?
Simplemente me parece genial, tener un libro donde queden registradas y podamos leer todas las historias de nuestras bandas creo que es algo que pasará a la historia. Y a lo mejor dentro de 50 años lo revisaremos y nos daremos cuenta de cómo crecemos, igual hay que añadir 100 o 200 bandas más…. Me parece muy bien sobre todo para las nuevas generaciones, que podrán saber el camino que han recorrido en el mundo de la cultura musical nuestras bandas y compararlo con su presente y futuro.
-Has nombrado a las nuevas generaciones… ¿Qué le diría ahora a todos aquellos que en la situación actual intentan hacerse un hueco en la música?
Si tuviera que dar algún consejo les diría que no se desesperen… A todo el mundo nos enseñan en el conservatorio que todos tenemos que ser solistas de orquestas, bandas… ciertamente eso nunca ha pasado antes, ni pasa ahora, ni pasará, porque no hay bastantes plazas para todos. Creo que los músicos deben de pensar que tenemos muchas alternativas: colegios, institutos, academias, orquestas, bandas… El problema es que todos queremos optar a lo mismo y estar en los mejores puestos. Primero que piensen varias opciones y las trabajen, uno puede estar dando clases en un instituto y seguir preparándose para pruebas de orquesta o bandas profesionales. De hecho creo que es un poco mi caso, he trabajado en un instituto, en un conservatorio, en una escuela de música y, ahora mismo, estoy trabajando en la composición, es decir, que nunca se sabe. El tema es que debes hacerlo con mucha ilusión y poniéndose metas para no desanimarse.
Pues esto es todo, ha sido un placer entrevistarle
El placer ha sido mío