No se puede articular un discurso bien informado sin tener en cuenta aditamentos capaces en primer lugar de emocionar al concurrente, ni llegar a las entrañas de las conciencias de los receptores, u oyentes, en este caso, sin que la música esté presente o en la sombra. Tal y como se expresa, María José Catalá, alcaldesa de València lo sabe.
Los políticos solo tienen una pantalla donde ocultar o expresar sus ideologías, tan diversas, pensamos: la palabra y el gesto, desde los orígenes de los tiempos.
Pero he conocido políticos con formación y pasiones musicales que llegan a expresar particularidades que no se acreditan en otras gentes. La música suma porque al ser lenguaje universal, nos acerca y nos iguala.
Y ahí se percibe a María José Catalá, incrustada en el horizonte. Conoce las esencias de la música de banda, de los músicos de banda, y no es de extrañar que haya querido redefinir el Certamen Internacional de Bandas de Música de la Ciudad de València porque su infancia estuvo llena de música y fue alcaldesa de Torrent con dos magníficas sociedades musicales. Y concurrió al Certamen, y eso marca…
Ahora tiene un nuevo reto: seguir haciendo crecer el Certamen, sobre todo en su vertiente internacional e intentar un València City of Music, para emular a Llíria, que es órdago.
Ha pasado un verano de grandes emociones. Sobre todo, el Certamen que ha retornado con velocidad de crucero. Dicen lenguas expertas que ha sido su voluntad…
Así es, desde el primer momento encargué a mis colaboradores y al Concejal de Cultura José Luis Moreno, un impulso sin precedentes a este proyecto. He seguido la evolución del Certamen de Bandas con detenimiento y he podido comprobar con mucha satisfacción la magnífica edición que hemos llevado a cabo. Me gustaría poner en valor la extraordinaria participación, la calidad artística de cada una de las bandas participantes y la excelencia organizativa que hemos conseguido entre todos. Creo que coincidimos al afirmar que ha sido una de las mejores ediciones en la historia de este centenario proyecto.
Tiene que ver que sea usted una instrumentista de banda, y de orquesta. De oboe…
Tuve la oportunidad de participar en este certamen hace bastantes años. Recuerdo los ensayos hasta altas horas de la madrugada preparando las obras obligadas, el esfuerzo de músicos y directivos para conseguir un premio y la emoción que supuso para mí estar encima del escenario. Y como yo cientos y cientos de músicos llegados de todas partes. Algo grandioso. Por eso indiqué a mis colaboradores que quería revitalizar este proyecto al máximo.
“La música en València es una fortaleza de carácter social”
En todo caso es difícil encontrar una familia sin músico. Lo cuentas por ahí y no lo creen…
La música en Valencia es un fenómeno no solo cultural y educativo, es una fortaleza de carácter social. Que ha trascendido del ámbito rural para establecerse en la propia ciudad de Valencia donde contamos con numerosas agrupaciones de gran calidad. Algo que sorprendió al propio Ernest Hemingway allá por el 1925.
En mi casa somos dos hermanas y las dos hemos estudiado música. Estoy muy familiarizada con este tema, lo he vivido desde temprana edad. Mi madre nos inculcó el amor a la música desde nuestros primeros años de vida.
Es un signo de identidad de primer rango. Pocas ciudades tienen pedigrí de tanta estirpe.
Diría que ninguna. Ciudades musicales hay muchas, desde la propia Viena hasta otras, con manifestaciones muy potentes de la llamada música moderna, pero la conjunción en proyectos organizados desde el asociacionismo civil donde convergen aspectos culturales, sociales y educativos muy enraizados, solo nosotros. Además el binomio música/fiesta sobrevuela en todas nuestras manifestaciones culturales. Diría que nuestra mirada musical es totalmente mediterránea, algo genuino de lo que debemos presumir para mejorarlo continuamente.
En las dos últimas décadas la ciudad de València ha bajado el pistón de la música, como diciendo, lo tenemos todo hecho, pero debajo de los barrios hay más de treinta sociedades musicales, desde Natzaret al Centre Històric, desde Benimaclet a Malilla, y todas suenan bien.
Sí, conozco y valoro muchísimo la penetración de las sociedades musicales en nuestra ciudad. Una de mis primeras medidas ha sido declarar a Benicalap, Barri de la Música, un compromiso que adquirí en campaña electoral.
Tenemos sociedades musicales históricas, las de los poblados marítimos y las de algunas pedanías y barrios. Por poner un ejemplo, la sociedad musical de Massarrojos ha cumplido ya 150 años de vida. Y otras nuevas más recientes que generan un ecosistema que estoy dispuesta a poner en valor. Tenemos preparadas muchas medidas para ello. El pistón está funcionando ahora con la máxima potencia.
¿No cree que haría falta alguna iniciativa de conocimiento para la población? Mayor difusión me refiero, que nos lo creamos los valencianos de la ciudad; que no tengamos que hurgar para saber qué hacen y qué van a hacer…
Estoy de acuerdo. Lo anunciado en Benicalap va en esa dirección y la presencia de nuestras bandas en las actividades del Ajuntament va cogiendo fuerza. He dado indicaciones a mis colaboradores y concejales para que durante la Navidad de este año, la música de banda inunde nuestras calles y que toda la población disfrute con ellas. Tanto la FSMCV como la Coordinadora de las Bandas de la ciudad son interlocutores muy habituales ya.
València es una ciudad que desde hace años figura entre las ciudades más prometedoras como atractivo para vivir y para visitar. La música forma parte de esa atracción. ¿Y que vamos a hacer? ¿Qué planes tiene, alcaldesa?
Tuve la oportunidad de anunciar en el último Pleno, en el marco del Debate del Estado de la Ciudad, que a principios del 2025 presentaremos la estrategia Valencia Music City. Una estrategia que se está diseñando junto a la Universidad de Valencia con el concurso de todos los agentes públicos y privados implicados. Será el inicio de una nueva estrategia urbana que tendrá en la música, un elemento identitario y diferenciador muy claro. Espero tenerle con nosotros llegado ese gran momento.
“La política sin ilusión y, si me permite pasión, se convierte en mera gestión. He venido para emocionar en un proyecto global»
Ahí hemos estado desde hace años. Pero no se trata de proyectos, pero sí de ilusiones. Que una política tenga ilusiones no es menoscabo de su condición.
La política sin ilusión y, si me permite pasión, se convierte en mera gestión. He venido para emocionar en un proyecto global a toda la ciudadanía, se trata de sentir a Valencia en el corazón. Estará de acuerdo conmigo que la música nos ayudará en esta misión.
Hablemos ahora del Certamen. ¡Qué pasada! En solo un año se ha revertido la atonía que sufría desde hace décadas.
Ha sido algo histórico. Hemos vuelto a vivir emociones y sensaciones que estaban olvidadas. Aquello que nos hizo grandes en el pasado está volviendo a la ciudad y como no, también en el certamen. Mi agradecimiento y felicitaciones a todas las bandas participantes. Ha sido un importante esfuerzo económico y de gestión que vamos a mantener e incrementar.
La apertura del Palau de la Música también ha ayudado y mucho
Era una convocatoria internacional que se había instalado en la pasividad, sin interés en las grandes agrupaciones, tan siquiera entre las grandes valencianas. Y también a nivel internacional, que salvo alguna portuguesa, o colombiana como este año, lo demás de Galicia, Getafe y poco más. Parece todavía pobre. ¿Le daremos otra vuelta de tuerca, alcaldesa?
Esta es una línea de mejora que debemos continuar y explorar. El carácter internacional del certamen es una prioridad. Valencia se convierte durante el Certamen en la capitalidad mundial de la música de viento. No hay un paragón similar.
Es preciso que hagamos un congreso mundial de certámenes de bandas de música. ¿No cree que debemos empezar a liderar también el pensamiento sobre las esencias y el futuro de este tipo de concursos o festivales de bandas? Que vengan los más sabios y que dejen testimonio de su conocimiento. Es una idea.
Algo hicimos ya en esta edición. Tuvimos la oportunidad de contar con las opiniones de expertos internacionales que reflexionaron sobre nuestro certamen en las actividades complementarias que se desarrollaron durante la semana. Pero insistiremos en ello.
“Ya he anunciado la construcción de un nuevo Auditorio en Benicalap que cubrirán las necesidades de las bandas de la ciudad de València”
Otra idea. ¿No haría falta un nuevo auditorio para que las bandas de música de la ciudad tuvieran su espacio para intercambios, conciertos singulares, sede de ensayos para escenarios, visibilización del espectador?
Totalmente de acuerdo. Anuncié en el pasado debate del estado de la ciudad, la construcción de un Auditorio en el Barrio de Benicalap, con una inversión superior a los dos millones de euros. La previsión es iniciar las obras a finales del 2025. Con esta contundente medida responderemos a las necesidades de una parte importante de las sociedades musicales de la ciudad.
Las Sociedades Musicales, bueno, algunas tal vez la mayoría se quejan de que no tienen locales sociales apropiados…
Así es, con lo que le acabo de comentar sus reivindicaciones van a ser atendidas.
Finalmente ¿Cómo se imagina Valencia dentro de unos años en materia musical y no solo en el ámbito de las bandas de música, sino en general? Tenga en cuenta nuestro mejor lema del periódico, ‘porque toda la música es banda’.
La música es y será una parte muy importante de nuestra estrategia urbana. Sueño con una ciudad creativa, alegre, solidaria y próspera. La música es la argamasa que nos ayuda a construir una ciudadanía más libre y cohesionada. Además forma parte de nuestra identidad más arraigada.
Añadir que la revitalización del Palau e la Música es una oportunidad para engrandecer el proyecto cultural y musical de la ciudad. La asistencia masiva de público y el incremento del número de abonados es un indicador muy honesto de este gran éxito.