Por Carlos Miguel Pascual Górriz
Alumno destacado del maestro Cristóbal Soler, Pascual Cabanes ha estudiado dirección de orquesta también con Miguel Romea y Andrés Salado, y ha realizado cursos y masterclass con multitud de maestros de reconocido prestigio internacional.
Además, actualmente, es profesor de dirección en la ESMAR, así como profesor y director pedagógico del máster de dirección y actividades de la Academia de Dirección de Orquesta “José Collado”.
En los próximos meses, además de compromisos con diferentes formaciones españolas, dirigirá como invitado en Polonia a la Orquesta “Witold Lutoslawski” de Lomza, así como a diferentes agrupaciones orquestales en Italia como la Orquesta Sinfónica Siciliana, la Camerata Instrumental Siciliana, la Orquesta Bendetto Marcello o la Orquesta de Matera y de la Basilicata. También en Portugal a la Filarmónica de Braga y en Bulgaria a la Orquesta Sinfónica de Pazardshik.
Pascual Cabanes es director titular y artístico de Harmonie Ensemble, una agrupación musical profesional que se ha convertido en referente en la Comunitat valenciana realizando más de 100 conciertos desde su creación en 2017.
Hablamos con Pascual Cabanes porque ha sido director de las orquestas joven y sinfónica de la Unió Musical de Llíria desde octubre de 2018, y de las cuales se despidió con sus últimos conciertos este pasado mes de julio.
¿Cómo ha sido su experiencia en la Unió Musical de Llíria al dirigir su Orquesta Joven y su Orquesta Sinfónica?
Ha sido una experiencia magnífica, tanto en lo profesional como en lo personal. Solo tengo palabras de agradecimiento a la Unió Musical por darme la oportunidad de estar al frente de este apasionante proyecto. He tenido la oportunidad de trabajar con jóvenes músicos y también con excelentes profesionales de la sociedad, que a través de un intenso trabajo y la multitud de conciertos y actividades que hemos realizado, nos han posibilitado crecer como colectivo, y en mi caso, como director y como persona. Especial agradecimiento también a todos los músicos que han participado y colaborado, jóvenes y profesionales, por su entrega, lealtad y predisposición.
¿Qué recuerdos guardas con mejores sensaciones en esta experiencia?
Los mejores recuerdos están ligados directamente a las personas. Para mi el factor humano está siempre por encima de todo, y he podido conocer y convivir con personas extraordinarias y disfrutar de momentos inolvidables. Hoy en día, el buen trato, el respeto y la empatía hacia las personas, la cercanía y la colaboración, son fundamentales para que un colectivo funcione, y esa ha sido la base de nuestro trabajo, poniendo en valor no solo el aspecto musical, sino el social y el personal. Son muchos los buenos momentos que hemos vivido y por tanto me quedo con todos ellos.
En octubre de 2018, a su llegada, creó la orquesta joven, y hoy en día es una agrupación más que consolidada, ¿cómo ha sido este proceso?
La orquesta joven crece cada año y debe ser un pilar fundamental en la formación de nuestros jóvenes músicos de cuerda. Hay en plantilla ya casi 40 estudiantes de cuerda de grado profesional de entre 12 y 18 años, muchos formados en nuestra escuela o centro integrado, y muchos otros procedentes de otras poblaciones vecinas donde sus sociedades no tienen orquesta o con diferentes expectativas. Ha sido un proceso lento y de mucho trabajo, pero con esfuerzo y trabajo los resultados van llegando. Ahora toca darle continuidad y seguir esta línea porque a nivel orquestal es el futuro de la sociedad.
Con la orquesta sinfónica, hay que destacar la gran cantidad de obras programadas a la altura solo de grandes orquestas ¿cómo has sido capaz de aglutinar a tantos músicos y desarrollar repertorio de tanta dificultad?
Cada concierto tiene una dedicación y un trabajo anterior de varios meses, tanto en el aspecto organizativo como musical, y este trabajo previo es clave para desarrollar este repertorio tan ambicioso. La colaboración y predisposición de cada músico participante ha sido de vital importancia. Al final, el perfil de personas de la orquesta sinfónica, estudiantes avanzados y profesionales, buscan seriedad y proyectos atractivos que les motiven e ilusionen, y hemos trabajado siempre en esa línea, adaptándonos a los nuevos tiempos. Ha sido muy importante encontrar el espacio de cada músico, juntando generaciones, utilizando el gran repertorio y llevando a cabo nuevos retos que nunca se habían desarrollado.
En esta trayectoria ¿de qué concierto u obra se siente más satisfecho?
Creo que han sido tantos los extraordinarios conciertos que hemos realizado, que no me puedo quedar con ninguno en concreto. He intentado disfrutar de cada obra y de cada momento, y todos los conciertos han sido especiales.
¿Cómo se combina la calidad y la dinámica de una orquesta sinfónica en una sociedad musical que tiene en el concepto de banda su razón histórica?
La Unió Musical de Llíria debe ser referente en todas sus vertientes, tanto la enseñanza musical como en todas sus agrupaciones y otras actividades sociales, educativas o culturales que lleve a cabo, siempre adaptándose para ser un ejemplo como institución. Creo que se puede tener la mejor banda y la mejor orquesta, son compatibles, así como la mejor escuela y las mejores agrupaciones juveniles como base para el futuro. Sería un error caer en debates inútiles y espero que la Unió Musical siga apostando por todos sus activos, formaciones y actividades culturales, educativas y sociales, para seguir siendo una institución referente.
-Eres de Llíria y eres músico, algo que marca, supongo ¿cómo lo explicarías?
La verdad es que sí. Llíria es música y todo gira en torno a ella. Es para mí un orgullo haber crecido en esta maravillosa ciudad, rodeado de tantas y tantos excelentes músicos, y me siento muy contento por ello. Pero a la vez, como músico es también una responsabilidad ser natural de Llíria, y por eso me esfuerzo cada día en mejorar y progresar como profesional, y por supuesto, cuando viajo fuera, en comunicar y contar con mucho entusiasmo lo especial que es esta población.