La ciudad de Llíria se convirtió, durante el pasado fin de semana, no solo en la capital de la música, sinó también en la anfitriona de las Sociedades Musicales de todo el estado, que se dieron cita en la localidad valenciana para abordar algunos de las cuestiones de actualidad.
La ciudad acogió la celebración de la XXIV Asamblea General de la Confederación Española de Sociedades Musicales (CESM), una cita que inauguró el propio alcalde, Manolo Civera, y en la que participaron los también valencianos Vicente Cerdá, en calidad de presidente de la CESM; y su homólogo en la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana, Pedro Rodríguez.
La Confederación, constituida en 1993, trabaja en la coordinación e integración del movimiento asociativo musical y cultural de todo el Estado, y durante los últimos años ha vendio reclamando al estado una mejor financiación de este movimiento. En la reunión de Llíria abordaron, entre otras cuestiones, los nuevos retos de las entidades musicales de España.
La Confederación Española de Sociedades Musicales agrupa a 1.100 sociedades de 15 federaciones con más de 60.000 músicos, posee una red de escuelas de música y danza integrada con 120.000 alumnos y cuenta con un millón de socios.