El taller de Ximo Esteve ha abierto sus puertas para explicar cómo es el proceso de creación de un monumento fallero y contemplar los últimos retoques de “Arrocidades que espanten a la fallera”.
Una obra que nace del compromiso de Arroz La Fallera con la fiesta y la tradición valenciana, y que se plantará en la comisión Matías Perelló-Luis de Santángel.
El monumento, de casi 10 metros de altura, pretende utilizar la sátira y el arte fallero para denunciar las barbaridades culinarias que se han perpetrado, a lo largo y ancho del planeta, contra el plato más vapuleado de la gastronomía española: la paella.
“Gracias al patrocinio de Arroz La Fallera ha hecho un proyecto que ayuda mucho a los artistas”, ha expresado Esteve durante la visita al taller de los medios de comunicación y a la que también ha asistido Nacho Capelo, uno de los responsables del equipo de marketing de La Fallera que propusieron este proyecto.
En este sentido, Capelo ha explicado que Arroz La Fallera “es una marca que está en el corazón de los valencianos desde siempre y es la que podría hablar de esta manera” de la paella. Por eso se ha hecho una falla para pegar fuego a las arrocidades”.
“Con este proyecto, La Fallera va más allá en su tradicional campaña de Fallas y se convierte en la primera marca que construye una falla.
Una manera innovadora y notoria de posicionarse nuevamente como el gran anunciante de la fiesta más importante de València y la marca que mejor entiende a los valencianos, sus tradiciones y su cultura”, ha agregado.
Estructura de la falla
Tal y como ha explicado Ximo Esteve, la falla tiene varias escenas y ha destacado que la central “forma parte del logo” de La Fallera en su edición especial. “Hemos hecho una caricatura de una fallera espantada con las barbaridades” que se hacen con la paella.
De esta manera, la falla se divide en seis escenas en las que se plasman las “arrocidades” más sonadas de la última década. El protagonismo recae en Jamie Oliver y su polémica paella de chorizo, que provoca el espanto de una fallera y tres niños falleros que la rodean. Dicho conjunto conforma una figura central de 10 metros de altura, pensada para generar un gran fuego que haga arder a todas las arrocidades.
Ximo Esteve ultima los detalles de esta falla que se prevé tendrá un gran número de visitantes por la temática que aborda. El artista está dando los últimos retoques de pintura al busto de la fallera de 7 metros y a ninots de otras escenas. Otras figuras como Gordon Ramsey, el televisivo Pepe Rodríguez o Homer Simpson, ya están rematadas y embaladas cuidadosamente a la espera de ser plantadas el día 15 de marzo.
Ximo y La Fallera llevan desde junio trabajando en la concepción y producción de este monumento. Un proceso que pasa por la elección del tema, el desarrollo de las diferentes escenas, el boceto y posterior modelado, el montaje de las piezas, la carpintería, el empapelado, el pulido, la pintura y los adornos. Un laborioso trabajo cuyo culmen tendrá lugar en la Nit de la Cremà, cuando los valencianos vean arder las tropelías que se cometen contra la paella.
Para dar a conocer el monumento fallero y celebrar la quema de las arrocidades, arroz La Fallera ha lanzado una Edición Especial Fallas donde el icónico logotipo de la marca se modifica para incluir el boceto de la falla modelada por Ximo Esteve quien, además ha firmado algunos de estos paquetes.
Quemar las arrocidades para dar paso a las buenas paellas Además de Jamie Oliver, han sido muchos los cocineros que han acabado cruzando la línea roja paellera. El chef Gordon Ramsay con su paella de guisantes, gambas y chorizo; Pepe Rodríguez y su fondo de “paella valenciana” con pavo o Robin Food, que, además de calificar el garrofó de “incomestible”, dijo que los valencianos hacen paellas minimalistas y fallas horrorosas. Todos ellos estarán representados en la falla.
También hay un lugar para la famosa paella que cocinó Homer Simpson, así como para el sándwich de paella lanzado en Reino Unido y la pizza-paella que se comercializó en Polonia, con guisantes y calamares incluidos.
La falla no se olvida tampoco de las “arrocidades” que se cometen en el mismo Cap i Casal, donde algunos restaurantes adaptan la receta de la paella al paladar extranjero o sirven un arroz pasadísimo que les hace merecedores de arder en el fuego purificador de la cremà por difamar a la paella y engañar a los turistas que visitan Valencia.
La relación entre la paella y las redes sociales también tiene reflejo en el monumento, donde se refleja cómo se ha puesto de moda hacer extravagancias con la paella a través de retos que se han viralizado, y que muchas veces acaban con el arroz en el suelo.
La comisión más paellera
La elección de la comisión Matías Perelló-Luis Santángel para esta colaboración también está relacionada con el amor a la paella, no en vano son los organizadores de las paellas más multitudinarias de Fallas, un evento que reúne a cientos de personas alrededor del plato más emblemático de la gastronomía valenciana.
Esta comisión, fundada en 1976 por Salvador Barberà Dubón, más conocido como el Tío Boro, empezó como una comisión pequeña y familiar del distrito Ruzafa, y en la actualidad cuenta con más de 400 falleros y falleras que mantienen esa esencia cercana con la que la falla comenzó hace más de 40 años.
Arroz La Fallera
La marca valenciana de arroz nace en 1965 de la mano de los hermanos Ballester con el propósito de seguir la tradición ligada a los orígenes del arroz y muy vinculada a las tradiciones, las fiestas populares y la cultura valenciana, como denota la elección del nombre La Fallera, que fue sugerido por uno de sus trabajadores.
La fábrica se ubica inicialmente en Benifaió, donde continúa hasta 1992, cuando pasa a formar parte del grupo Ebro y cambia su ubicación a Silla. Desde 1998 cuenta con la garantía del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Arroz de Valencia, del que es fundadora. Es entonces cuando empieza a ofrecer arroz especial para paella con denominación de origen.
Ser la empresa con más tradición del sector y la marca preferida por los valencianos, los expertos españoles en arroz, conlleva muchas responsabilidades. Entre ellas, defender nuestro plato más emblemático ante las “arrocidades” que se cometen dentro y fuera de nuestras fronteras.