La Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana (FSMCV) ha escrito al ministro de Cultura José Manuel Rodríguez Uribes una solicitud formal de rectificación del párrafo publicado en el BOE donde se atribuye el origen de las bandas de música valencianas a un movimiento mimético de las agrupaciones corales catalanas.
Una frase calificada por la federación como errónea e incompleta, defendiendo por el contrario un origen diverso de las sociedades musicales valencianas, principalmente de influencia religiosa, militar y en menor medida política y en zonas alejadas de los núcleos urbanos principales donde se habían desarrollado las sociedades de Amigos del País.
Unos argumentos en los que se extiende la misiva que invitamos a leer, haciéndolos incontestables con una aportación documental y bibliográfica exhaustiva y que reproducimos en su totalidad a continuación.
Este periódico aportó información sobre la incongruencia de atribuir al movimiento Clavécatalán la influencia que se le atribuye cuando su creador Anselmo Clavé fundó su primera coral catalana en 1850 y unos pocos años después comenzó a extenderlo por Catalunya cuando en territorio valenciano ya se habían constituido no menos de 40 sociedades musicales.
La firme determinación de la presidenta de la FSMCV y de su Junta Directiva de salir al paso y solicitar al ministro una rectificación podrá satisfacer la solución a una polémica que viene agravada por los intentos políticos de englobarla en cuestiones sensibles sobre catalanidad de la identidad valenciana.
La Carta
Ministro de Cultura y Deporte
Excmo. Sr. José Manuel Rodríguez Uribes
Valencia, 10 de mayo de 2021
Excmo. Sr. Rodríguez,
Entendemos la reciente declaración de las sociedades musicales de la Comunidad Valenciana como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterialimpulsada por el Ministerio de Cultura y Deporte como un avance importantísimo en cuanto a la conservación, protección y difusión de un bien cultural que como sabe, está fuertemente arraigado en nuestra sociedad, por lo que consideramos esta declaración como un hecho de suma importancia para nuestro colectivo. Sin embargo, a raíz de la publicación en el B.O.E. de 6 de mayo de 2021 del Real Decreto 229/2021 de 30 de marzo, concretamente sobre la frase en la que se afirma que: “El origen de las bandas de música valencianas se debe a un movimiento mimético al de las agrupaciones corales catalanas (Clavé), movimiento que entró en Valencia vía Real Sociedad de Amigos del País.”, manifestamos que:
La frase en sí misma resulta errónea, además de incompleta, al no recoger toda la información sobre el origen real de las sociedades musicales. En ese sentido, se quiere incidir en diferentes aspectos que cuestionarían tal afirmación y que vienen refrendados por las diferentes investigaciones (artículos, tesis doctorales, libros, etc.) que sobre el fenómeno de las bandas de música valencianas se han realizado tanto por especialistas de la Comunidad Valenciana como de fuera de ella1.
Por ello, y en base a los argumentos que más adelante se exponen, en nombre de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana y de todas las sociedades musicales que la integran, con el fin de evitar malas interpretaciones en una publicación tan importante para nuestro movimiento como es la propia declaración de Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, solicitamos al Ministerio la corrección de dicha cita, ya que no se ajusta a la realidad, siendo sustituida por la que proponemos a continuación:
“En sus más de doscientos años de historia, dada la magnitud del fenómeno y su gran arraigo territorial y social, se hace complicado rastrear el origen de cada una de las bandas existentes en la Comunidad Valenciana2. Con todo, los investigadores apuntan como causas principales de surgimiento del fenómeno bandístico la influencia religiosa, la militar y, en menor medida la política.” 3
Esto se fundamenta en los siguientes aspectos:
La importancia del factor religioso en la aparición de las bandas tendría que buscarse en la educación. Las capillas de música de catedrales, iglesias y conventos constituyeron hasta el siglo XIX el espacio por excelencia de la enseñanza musical.
Aquellos que formaban parte de ellas a menudo se erigieron en profesores. Por lo tanto, no resulta extraño que en numerosas ocasiones encontramos un religioso que se hiciera cargo de una agrupación musical civil. Si a esto sumamos que el liberalismo puso en marcha medidas de desamortización y de exclaustración tenemos que algunos músicos se quedaron sin trabajo, puesto que la Iglesia no podía mantener a menudo la actividad musical, y se dedicaron a tocar en cafés o a colaborar en nacientes agrupaciones musicales civiles.4
Ahora bien, si efectivamente el factor religioso fue importante en la formación de bandas en el siglo XIX, no se tienen que despreciar otros elementos que también tuvieron su importancia: las músicas militares. Ya en las diferentes guarniciones militares del siglo XIX, se cultivaba el arte musical en agrupaciones formadas por instrumentos de viento y percusión que pasarían a denominarse «músicas». Desde su creación, las bandas militares fueron organismos fuertemente cuestionados sobre todo por las autoridades y la misma institución militar que las veían, en determinados momentos de penuria económica, como elementos prescindibles en el cuerpo armado. Este desprecio se reflejaría en el lento proceso de asimilación de las músicas como cuerpo auxiliar del ejército.5 Como consecuencia de esta escasa aceptación, se recibía poca remuneración económica mensual y así, los músicos se vieron obligados, si querían aumentar sus sueldos, a tocar fuera del cuartel para obtener ganancias superiores.
Sin embargo, la salida de las bandas de los cuarteles en el siglo XIX vendría no solo motivada por este contexto, sino también por el contexto social y cultural que se inauguró en la época y que demandaba un tipo de ocio dirigido mayoritariamente al nuevo público burgués. Los parques, paseos y los cafés serían en este sentido los lugares donde las llamadas “músicas militares” desarrollarían un tipo de tarea alejada de aquella que realizaban en los cuarteles.6 Es por este motivo por el cual se tenían que proveer de un repertorio adecuado a los nuevos lugares de ejecución y en consecuencia de músicos preparados que lo supieran interpretar. La manera de desfilar y los uniformes que pronto se convirtieron en su señal de identidad, es un préstamo de las llamadas «músicas». Las diferentes guerras que acaecieron en el territorio valenciano durante el siglo XIX serían el escenario que podría propiciar estos contactos.
Juntamente con el elemento religioso y militar, se menciona la influencia política. Y es que, sobre todo cuando nos encontramos en una localidad donde existen dos bandas de música, que además están enfrentadas, resulta tentador atribuir las divergencias en el hecho político. Contextualizando este elemento en el siglo XIX, con la política en manos de caciques -conservadores o liberales intentando recoger el mayor número de votos posibles, no es complejo imaginar determinadas adscripciones. Hay que tener en cuenta que las bandaseran un espacio de sociabilidad de primer orden con un buen puñado de simpatizantes. Es esta fuerza que representaron en las poblaciones donde existieron, aquella que aprovecharon los elementos políticos «no por amor al arte, sino por los votos que podían representar y la influencia que podía aportar a favor del grupo por el que la Banda se inclinara.» 7 Así que, de manera general, las bandas fueron más aprovechadas que creadas por los grupos políticos de entonces; con todo, puede haber algunas bandas que fueran creadas a tenor de influencias de corrientes políticas decimonónicas.
Ahora bien, la popularización que han logrado a lo largo de los siglos, no puede explicarse solo aludiendo a elementos religiosos y militares. Hacen falta otros tipos de vínculo que expliquen que hayan perdurado y aumentado cada año su presencia. Y aparece el vínculo de la fiesta. No se concibe en el territorio valenciano una fiesta sin música, no se concibe una fiesta sin banda de música. De hecho, si en este mismo momento elaboramos un mapa para averiguar en qué comarca hay más bandas, las encontraríamos en aquellas comarcas que tienen una tradición fallera y en aquellas con fiestas de Moros y cristianos; elementos de fuerte raíz identitaria valenciana.8
Como vemos, causas variadas en el origen de la mayoría de bandas (puesto que hay bandas que presentan dataciones anteriores) que encontraron en las transformaciones decimonónicas el terreno idóneo para surgir. Así pues, las bandas de música valencianas, declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial, son en su mayoría agrupaciones de tipo amateur, sostenidas por la sociedad civil, que habían nacido alejadas de los focos urbanos donde la influencia de otro tipo de sociedades culturales decimonónicas no llegaba, y que se convirtieron en espacios de cultura y sociabilidad. Unas bandas que no fueron ajenas a todos los cambios socioeconómicos y políticos de finales del siglo XIX, como tampoco lo fueron las distintas agrupaciones corales que se extendieron por diferentes territorios con orígenes diversos y que anticiparon lo que posteriormente conoceríamos como sociedad de masas. Una riqueza de fenómenos asociativos, como se observa, con un desarrollo propio que atiende al particular contexto de surgimiento de cada uno de ellos.
A tenor de todo lo expuesto, solicitamos dicha corrección en el decreto del B.O.E. por el que se declara a las sociedades musicales de la Comunidad Valenciana Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, por lo que quedamos a su disposición para lo que consideren oportuno.
Atentamente,
Daniela González Almansa
Presidenta FSMCV
Notas bibliográficas:
1 ADAM FERRERO, B.: Las bandas de música del mundo , Madrid, Sol Editorial, 1986 y “Bandas”, en CASARES, E. (dir.): Diccionario de la música española e hispanoamericana , vol. 2, Madrid, Fundación Autor-Sociedad General de Autores y Editores, 1999, pp. 133-160. ASENSI E.: Música i societat. El fenomen de les bandes de música valencianes en la cultura del segle XIX i principi del XX , tesis doctoral, Universitat de València, 2010; Música. mestre! Les bandes valencianes en el tombant del segle XIX, Publicacions Universitat de Valencia, 2013; Bandes i bàndols. Les arrels del fenomen musical llirià.Universitat de València-Ajuntament de Llíria, 2017; “Las bandas de música en la democratización de la cultura musical decimonónica” en RINCÓN, N. y FERREIRO, D. (eds.). Bandas de música: contextos interpretativos y repertorios. Madrid, Libargo, 2019, pp. 21-34; “Las bandas de música en la Valencia republicana. «Auténticos vehículos de cultura popular”, en BALDÓ, M. y BOTELLA, A.M. (eds.). El desafío de la cultura moderna. Música. educación y escena en la Valencia republicana (1931-1939), Publicacions de la Universitat de València, 2020, pp. 147-162. ASTRUELLS, S.: La Banda Municipal de Valencia y su aportación a la historia de la música valenciana, tesis doctoral, Valencia, Universitat de València, Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación, 2003. CASARES, E. y ALONSO, C. (coords.): La música española en el siglo XIX, Universidad de Oviedo. Servicio de publicaciones, 1995. CLIMENT, J.: Historia de la música contemporánea valenciana, València, Del Cenia al Segura, 1978 e Historia de la música valenciana, València, Rivera Mota, 1989. CUCÓ, J. (dir.): Músicos y festeros valencianos, Generalitat Valenciana, 1993. GALBIS LÓPEZ, V.: “La música instrumental y vocal de la primera mitad del siglo XIX”, en VVAA: Historia de la Música de la Comunidad Valenciana, Levante, Valencia, 1992; “La educación musical española en el siglo XIX: el caso valenciano”, Eufonía, núm. 17, octubre 1999, pp. 79-88 y “Bandas” en CASARES, E. (dir.): Diccionario de la música valenciana, vol. 1, Madrid, Iberautor, 2006, pp. 89-97. LABAJO, J.: “Las entidades musicales durante el período romántico en España”, Cuadernos de música, núm. 2, 1982, pp. 27-35. LÓPEZ-CHAVARRI ANDÚJAR, E.: 100 años de música valenciana (1878- 1978), València, Caja de Ahorros, 1978. LUZ, P., ROS, F. y CUCÓ, J.: “Las sociedades musicales de Llíria: un ejemplo extremo y paradigmático”, en CUCÓ, J. (dir.): Músicos y festeros valencianos, Generalitat Valenciana, 1993. PASCUAL, J.R.: “Las bandas de música: de la tradición a lo contemporáneo”, Eufonía, Barcelona, núm. 18, enero 2000, pp. 21-29. RUIZ DE LIHORY, J.: La música en Valencia. Diccionario biográfico y crítico, Valencia, Domenech, 1903. RUIZ MONRABAL, V.: Historia de las Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana: les bandes de música i la seua federació, València, Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana, 1993.
2 ASENSI, E.: Música, mestre! Les bandes valencianes en el tombant del segle XIX, PUV, 2013, p. 69.
3 GALBIS, V.: “Bandas” en CASARES, E. (dir.): Diccionario de la música valenciana, vol. 1, Madrid, ICCMU, 2006, pp. 89-97.
4 VIRGILI,M. A.: “La música religiosa en el siglo XIX español», Revista Catalana de Musicología, núm. II, 2004, pp. 181-202. ORIOLA, F.: “Temps de músics i capellans: L’influx del motu proprio Tra le sollicitudini a la diòcesi de València (1903-1936)”, Bitàcola Musical, núm. 2, 2011, Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana.
5 PUELL DE LA VILLA, F.: Historia del ejército en España , Madrid, Alianza Editorial, 2000.
6 ASENSI E.: Música i societat. El fenomen de les bandes de música valencianes en la cultura del segle
XIX i principi del XX , tesis doctoral, Universitat de València, 2010, p. 341.
7 D.J.C.: “Consultas”, Boletín Musical dedicado a las bandas de música , València, núm. 5, 1928, pp. 9-10, p. 9.
8 CUCÓ, J. (dir.): Músicos y festeros valencianos , València, Generalitat Valenciana, 1993, p. 24-25.