MÚSICOS CONFINADOS POR EL MUNDO. Multitud de profesionales valencianos que desarrollan su actividad en países de todo el mundo, se han visto también afectados por la crisis del covid19. Desde Canadá, Estados Unidos, Austria y la República Checa, nos cuentan cómo están viviendo el confinamiento y reflexionan acerca del futuro próximo.
El clarinetista de Moncofa José Franch Ballester es profesor de clarinete en la Universidad de British Columbia en Vancouver (Canadá) desde hace tres años. Una ciudad en la que, como relata Franch, “los casos de COVID son bastante bajos y estamos en distanciamiento social, aunque cautelosamente, podemos salir a la calle…”. Desde que todo empezó, hace alrededor de dos meses, Franch está desarrollando un proyecto “a través del cual estoy grabando videos desde casa, casi a diario y los comparto en las redes sociales. Muchos de ellos los grabo con mi primo Bernardino Assunçao, que está realizando un master de clarinete conmigo aquí en la universidad. Quisimos grabar estos videos para alegrar a nuestras familias y amigos que estaban confinados en casa en España y ha sido muy bonito ver que no solo les hemos ayudado a ellos sino a muchas personas alrededor del mundo, ya que nuestros más de 50 videos están teniendo alrededor de 1.000.000 de reproducciones, con muchas per songs que nos están siguiendo desde alrededor de todo el mundo”, afirma entusiasmado.
A diferencia de en la Comunidad Valenciana, “aquí en Vancouver estamos practicando un distanciamiento social, que nos permite hacer casi prácticamente vida normal pero con ciertas precauciones. Pero la verdad es que la sociedad aquí es bastante responsable. Por mi parte, estoy constantemente en contacto con músicos españoles. En estos momentos nos tenemos que apoyar al máximo”.
Al igual que en España, en Canadá también se ha paralizado la actividad cultural: “todas mis giras de conciertos se han visto canceladas hasta pasado septiembre, después no sé qué va a pasar. La verdad es que son momentos bastante difíciles para todo nuestro sector”, lamenta.
A pesar de ello, confiesa sentirse afortunado de “trabajar en la Universidad de British Columbia en Vancouver. Es una universidad con muchísimos recursos y nos sentimos bastante seguros de que podremos continuar el próximo año escolar ofreciendo una educación de gran calidad a todo nuestro alumnado. El curso escolar termina en abril así que ya no estamos impartiendo clases, pero como os podréis imaginar estamos reunidos constantemente para adaptar nuestro plan de estudios a esta situación”.
Para el músico castellonense “es asombroso ver el papel que la música ha tomado en esta pandemia: músicos tocando desde sus balcones, tejados, ventanas o compartiendo videos en redes sociales… y cómo la música ha sido una de las herramientas para mejorar la vida de todas las personas que están confinadas. Esto nos hace ver una vez más la importancia de la música. Estoy seguro de que en un futuro vamos a ver muchos estudios realizados sobre el papel vital de la música durante esta pandemia”. Y añade “esta pandemia no solo va a cambiar nuestra forma de vivir sino de ver la vida en muchos sentidos. Culturalmente está claro que vamos a ver muchos cambios y juntos tendremos que reinventar la forma de poder compartir nuestro arte para que económicamente se pueda sustentar, pero ahora más que nunca vamos a necesitar más ayudas institucionales y la reforma de una ley de mecenazgo.”