MÚSICOS CONFINADOS POR EL MUNDO. Multitud de profesionales valencianos que desarrollan su actividad en países de todo el mundo, se han visto también afectados por la crisis del covid19. Desde Canadá, Estados Unidos, Austria y la República Checa, nos cuentan cómo están viviendo el confinamiento y reflexionan acerca del futuro próximo.
En el corazón de Europa se encuentra la clarinetista de Rafelbunyol Elena Biosca. Hace cinco años que vive en Viena donde estudia un master en música de cámara en la Universidad de la Música de la capital austríaca y trabaja como refuerzo en diferentes orquestas de la ciudad como la Orquesta de la Ópera, La Filarmónica de Viena o la Orquesta de la Radio de Viena. Además, da clases de clarinete.
Reconoce que estos días “están siendo duros para todos pero lo más importante para mí es saber coger la parte positiva de cada situación. Y en este caso, dado que toda la actividad se ha paralizado, me he encontrado de repente con mucho más tiempo entre las manos. Un regalo que estoy aprovechando para hacer todo aquello a lo que antes no conseguía nunca llegar a hacer”. Y detalla: “todos los días estudio clarinete, ahora de una manera más relajada y prestando más atención a pequeños detalles. También estoy estudiando las últimas asignaturas del Grado en Estudios Ingleses. Hago clases online, pinto con acrílicos y estoy aprendiendo a tocar el acordeón”.
A diferencia de en España, “aquí sí hemos tenido la posibilidad de salir a tomar el aire, hacer deporte o incluso hacer alguna excursión a las montañas de los alrededores de Viena, siempre manteniendo la distancia de seguridad y las medidas necesarias”.
La situación no le ha impedido estar en contacto con muchos colegas valencianos. “En especial con mi banda de música, la Societat Musical “La Primitiva” de Rafelbunyol. Ya hemos hecho varias actividades como laprimitivachallenge, un reto a través de videos en los cuales cada miembro ha de tocar un fragmento de una obra ya interpretada y los demás músicos han de acertarla. Ha sido muy emotivo y divertido. También hemos hecho un trivial online en el que solamente había preguntas relacionadas con nuestra banda y que fue una velada muy divertida. Además ya estamos en casa preparando el repertorio para los próximos conciertos”, cuenta.
Una actividad que le permite ocupar esas horas ahora libres debido a las múltiples cancelaciones. A Elena le han suspendido “todas las actividades que tenía previstas. Ningún ensayo, ningún concierto, ningún concurso o prueba. Pero parece ser que a finales de junio tendré la posibilidad de grabar el octeto para vientos de Beethoven para el programa de televisión alemán Arte, por ser este año el año Beethoven”. Pese a lo que pudiera parecer, en Austria hay propuestas similares a las que han aparecido en la Comunidad a través de balcones o las redes sociales. De hecho “yo estoy grabando un dúo con un compañero mejicano. No hay distancias ni barreras que nos imposibiliten seguir haciendo música”, anuncia.
A modo de reflexión, Elena cree que “sin ninguna duda, esa situación nos ha hecho, queramos o no, ser diferentes, pensar diferente así como actuar diferente. Lo que espero es que una vez pasada, nadie olvide cómo de importante es la cultura y cómo, en los peores momentos, la música nos saca de situaciones difíciles y nos ayuda a seguir y no decaer nunca”.