Capella de Ministrers invita a celebrar esta Semana Santa con las Super Lamentationes, Hieremiae Prophetae de Cristóbal de Morales (Sevilla, 1500 – Marchena o Málaga, 1553), máximo exponente de la escuela polifonista española del siglo XVI en la que destacó por la composición de estas piezas que se interpretaban en las capillas musicales más prestigiosas del Renacimiento el Jueves, Viernes y Sábado Santo.
Este repertorio ha sido editado recientemente por Capella de Ministrers que aborda la reconocida obra del autor andaluz en un trabajo discográfico que gira en torno a las profecías de Jeremías y que se distribuye en más de 28 países de todo el mundo. Este cd es el número 60 de una formación de música histórica de referencia con 33 años de presencia en el panorama internacional.
La emergencia sanitaria por el Covid-19 impedirá realizar multitud de procesiones y actos en cientos de municipios y ciudades de España por el estado de alarma y el riesgo de contagio. Carles Magraner, director de Capella de Ministrers, afirma que “en esta difícil situación esperamos que este trabajo ayude a poder disfrutar, tanto si se es creyente o no, de la música del gran compositor sevillano en estos días en los que debemos quedarnos en casa”. El violagambista cree que “tendremos mucho que lamentar tras esta pandemia pero queremos subrayar lo positivo de una crisis que está sacando lo mejor de nosotros mismos”.
Magraner recupera en esta grabación seis composiciones, que se pueden escuchar gratuitamente en Spotify, según la práctica musical de la Real Capilla del emperador Carlos V en el que las lamentaciones, tal y como expone en el libreto del disco Manuel del Sol (Universidad de Valladolid), se cantaban polifónicamente con acompañamiento instrumental de violones o vihuelas de arco.
Del Sol asegura que el hecho de que la ordenación litúrgica del Libro de las Lamentaciones quedase fijada dentro de los oficios de maitines del Jueves, Viernes y Sábado de la Semana Santa produjo que la práctica musical de las lamentaciones de Jeremías quedasen instauradas dentro de las ferias mayores más solemnes del calendario litúrgico, debido a que los maitines del Triduo Sacro, junto con sus ulteriores laudes, configuraron el oficio de tinieblas –Officium Tenebrae– que desarrollaba los misterios de la pasión, muerte y sepultura de Cristo, si bien su inserción en el rito de la Passio et mors Christi trasmitió asimismo un simbolismo histórico transcendental de raíz judío-cristiana entre la caída de Jerusalén y la pasión y muerte de Cristo.
Por ello, no debe sorprender que algunos de los más célebres teóricos de la música de la Edad Moderna tratasen de explicar que “las lamentaciones son una de las más dificultosas obras para componer con juicio, y haciendo que sea composición apropiada al tiempo y al sentido de la letra, de cuantas hay”, (Pietro Cerone: El melopeo y maestro, Nápoles, 1613). Y que los compositores renacentistas y del Barroco temprano escribieran algunas de las páginas polifónicas más brillantes de su producción en el repertorio de la Semana Santa.
Obras excepcionales
El investigador subraya que entre las más grandes figuras de la polifonía vocal religiosa de todos los tiempos está Cristóbal de Morales cuyas lamentaciones fueron consideradas, incluso medio siglo después de haber sido compuestas, como “obras excepcionales en el tratamiento musical del texto” (Pietro Pontio: Dialogo de Don Pietro Pontio, Parma, 1595).
La importancia de este repertorio está relacionada con el canon histórico de su obra y el uso de estas composiciones antes y después del Concilio de Trento. No hay duda de que la fama internacional de sus lecciones de Tinieblas se originó en Roma, precisamente desde la práctica musical de la Capilla Papal, donde fueron obras muy conocidas. Este éxito amplió aún más su ya sólida y acreditada reputación como compositor en su tiempo y permite concluir que las lamentaciones de Morales fueron, junto con sus misas y magníficats, las obras más conocidas del maestro.
Del Sol indica que el gran número de copias manuscritas, las adaptaciones postridentinas que se hicieron de sus originales, las ediciones impresas apócrifas de 1564 y un pequeño grupo de falsas atribuciones son un testimonio más que certifica la preeminente celebridad que disfrutó Morales en vida y después de su muerte. Supusieron, además, una contribución muy destacada al género lamentación a través de la circulación y recepción de estas obras en los principales centros católicos del Renacimiento, lo que implicó su pervivencia en el repertorio vivo de algunas de las más importantes capillas de música en Italia, Portugal, España e Hispanoamérica hasta bien entrado el siglo XVII, según el musicólogo.
Recuperación y difusión del patrimonio
Capella de Ministrers, que ha contado para este repertorio con los cantantes Èlia Casanova (superius), Hugo Bolívar (altus), Fran Braojos, Albert Riera y Víctor Sordo (tenores), Pablo Acosta (bassus); y los intérpretes, Carles Magraner, Jordi Comellas, Lixsania Fernández, Pablo Romero y Leonardo Luckert (violones), y Robert Cases (laúd; trabaja desde hace más de tres décadas en la recuperación y difusión del patrimonio musical que ha rescatado y difundido en más de 1.500 conciertos y recogido en esmerados trabajos discográficos y en varias participaciones, recopilatorios y cds promocionales.
Su labor investigadora se remonta hasta la Edad Media en la que ha abordado diferentes culturas. La formación obtuvo el prestigioso Premio Internacional de Música Clásica (ICMA) y el Premio Carles Santos en 2018, entre otros muchos galardones a lo largo de su historia; ha actuado en prestigiosos auditorios nacionales e internacionales y publicado trabajos en torno a la música de la corona de Castilla y de Aragón, árabe-andalusí, sefardí, cristiana, de la España virreinal del Nuevo Mundo, La ruta de la seda, el Misteri d’Elx, los Borja, medieval, renacentista, el Siglo de Oro, barroca, del Mediterráneo, zarzuela…