Dicen los clásicos que la casualidad es prerrogativa de los ingenios destacados, algunos se enpeñan en englobarla en otro fenómeno que algunos confunden, la teoría de la causalidad, tan atractiva filosóficamente que todavía, los filósofos, no se han quitado de encima: causa y efecto determinista. Tenía que ser así para explicar el fenómeno, es decir el efecto y azar o certeza.
Casualidad está más prevista en las teorías sobre el azar, tan brillantemente sostenida –y defendida–, a veces, por poetas y músicos entre otros artistas. Aquel ‘yo pasaba justamente por ahí’, cuando todo sobrevino…
Y así se abren los caminos para la mayoría de la humanidad, por la casualidad o por la causalidad.
Vaya rollo, disculpen, para definir al personaje musical del Año 2024, Beatriz Fernández Aucejo (Paiporta 1983), cuyos trazos biográficos se juzgan por una síntesis entre esencias que le son propias y la determinación por saber y por crecer desde que en su banda de música comenzó a saber tocar el clarinete y acabó dirigiendo en buena parte de los cinco continentes que orlan nuestro planeta.
Hemos querido encontrar en ella respuestas, y hemos querido también congratularnos, causalmente, por ser alguien destacado como habrá otros y otras, que proceden de la parte amarga de este relato, pues es ella y sufre con fatiga con los afectados por la Dana; pero no es un privilegio ni una oportunidad.
El Consejo Editorial de ‘lasBandas’ y lasbandasdemusica.com han decidido otorgarle el valor proposicional simplemente de considerarla, para 2024, Personaje Musical del Año 2024.
El año pasado se le otorgó a Andrés Valero-Castells; este, a Beatriz Fernández Aucejo. Para satisfacción de los valencianos amantes de la música. Porque está a medias entre el Olimpo y el Parnaso.
En València casi nada en música es casual, los músicos tienen raíces, casi siempre en las sociedades musicales de cada población. ¿Cómo fue en su caso?
Efectivamente, yo soy una más. De muy pequeña mis padres me apuntaron a recibir clases de música a la escuela de mi sociedad musical, la Banda Primitiva de Paiporta. Allí aprendí solfeo, hoy en día lenguaje musical, para más adelante pasar al clarinete, lo que ya me permitió poder estar presente en las agrupaciones correspondientes y comenzar mi andadura en ese apasionante mundo bandístico. Allí empezaron mis raíces musicales, con la ayuda de un claustro de profesores maravilloso que supieron guiarnos (mis padres y yo no veníamos de ninguna familia de músicos) y apreciar aún más el valor de la música; puedo decir que sus consejos y esos inicios han hecho que durante todos estos años disfrute de la música haciendo de ella mi hobby, mi profesión y sobretodo mi pasión.
En el arte sobre todo en la mayoría de los casos siempre hay personajes que se cruzan en el camino durante la infancia o la adolescencia que influyen en lo que luego cada cual emprenderá por su cuenta, ¿quién o quiénes influyeron en su vocación musical?
Más que me influyeran en mi vocación musical -vocación que sin saber cómo ni por qué llevaba dentro de mí desde muy pequeña y fui yo quien insistía en ir a “aprender música”- me influyeron en tomar la decisión más importante para mí, estudiar dirección de orquesta de manera oficial y hacerme consciente de lo que la dirección requería y requiere.
He tenido varios duendes en mi vida, aquellos a los que admiras, respetas e influyen a un nivel extraordinario tanto musical como personal. De entre ellos destacaría a tres que responden a la pregunta. Conocí a Vicente Galbis y Javier Torres, ambos fueron profesores míos en el Conservatorio Profesional de Música de Torrent (cuando estaba cursando la especialidad de clarinete y cuando la dirección no se había manifestado en mí). Asistí a una asignatura complementaria, Análisis Musical, y en aquellas clases vi por primera vez una partitura de orquesta, nada más y nada menos que la primera sinfonía de Beethoven. Su análisis fue algo especial, podría decir que maravilloso, descubrir todo lo que Beethoven nos dejó en esas primeras hojas de la sinfonía fue lo que resonó en mi interior y lo que, sin yo saberlo, dio pie hacia la toma de decisión en cuanto a lo que la dirección de orquesta se refiere.
“Ferrer Ferran se cruzó en mi camino y acotó mi vocación”
Otra de las personas claves para mi fue el maestro Ferrer Ferran. Nunca se me olvidará lo que sentí cuando Fernando, tras verme en una audición –donde yo solamente estaba marcando el compás para que junto a mis alumnos de solfeo fuéramos juntos– me dijo tan solo una frase, “la semana que viene te vienes conmigo a clases de dirección”.
Fue el empujón que necesitaba, él supo ver algo en mí y para mí él fue quien dio sentido a todas aquellas señales (partituras de orquesta, mis movimientos ante el espejo mientras escuchaba la Sinfonía número 1 de Beethoven o la segunda de Mahler) y que sin saberlo querían decir alguna cosa y a las cuales no prestaba la atención necesaria. Puedo decir que gracias a todos ellos, inicié un camino novedoso para mí, en el que sigo con paso firme sin dejar de pensar quien soy y de donde vengo.
Clarinete y piano, y después, dirección de orquesta. ¿Una evolución o una abducción?
Más que una evolución pienso en una consecución de acciones en busca de un objetivo final: la dirección. El clarinete me dio la oportunidad de conocer a gente maravillosa (compañeros/as tanto de mis primeros pasos en la escuela de música como de mis amigos de siempre y músicos de mi Banda Primitiva de Paiporta, así como, amig@s de los estudios oficiales del conservatorio) y de conocer a profesores con una implicación brutal en las aspiraciones del alumnado.
En mi cabeza siempre rondaba la idea de estudiar dirección de orquesta y de ahí surgió mi intención de estudiar piano. Mi profesor de piano complementario cuando estudiaba el grado medio de clarinete, Javier Torres, de nuevo sabiendo él cuál era mi objetivo a medio y largo plazo, me aconsejó prepararme las pruebas para tener dominio del mismo y con ello poder disfrutar de lo que la dirección de orquesta me exigiría y así lo hice, acepté tal consejo e hice todo el grado medio de piano, algo que me permitió realizar una buena prueba de acceso al Conservatorio Superior en la especialidad de dirección de orquesta y disfrutar de todas aquellas asignaturas que requerían un dominio medio/alto del piano. Así que, todo ello, instrumentos y especialidades fueron correlativas y consecuentes para obtener el principal objetivo de la dirección.
“Haber dirigido bandas sinfónicas lo ha significado todo para mi”
¿Qué significa para usted haber dirigido bandas sinfónicas? ¿Es un paso secuencial o cada especialización, banda u orquesta, son diferentes entre sí?
El poder de haber dirigido bandas sinfónicas lo ha significado todo para mi. Gracias a ello he podido conocer y explorar en ese arte que es la dirección y profundizar día a día en su técnica. Todo esto me ha aportado grandes experiencias que se han traducido en continuos aprendizajes.
Sí que es cierto que he tenido la oportunidad de poder compaginar el dirigir banda y orquesta, pero desde mi punto de vista, dirigir tanto banda como orquesta se traduce únicamente en hacer música.
Por supuesto que la banda y la orquesta son grupos formados por diferentes familias instrumentales, pero siguen siendo grupos humanos de trabajo. El repertorio es diferente y más ahora con el amplio y valioso repertorio original para banda, y tal vez existe un matiz mínimo en algunas indicaciones para la cuerda y para el viento, aun así insisto, hacer música unifica el tipo de grupo.
“Con la Lira Castellonera tuve mi antes y después. Todo lo que diga no podrá reflejar lo que realmente significó en mi vida”
Ser directora de banda, muy notable su paso por la Lira Castellonera, supongo que crea un marchamo formativo de muchos quilates…
Mis siete años al frente de la Lira Castellonera de Castelló han marcado un antes y un después. Con ellos he crecido en todos los aspectos que se puedan imaginar, me han permitido crecer musicalmente y a su vez hemos crecido conjuntamente en la misma dirección. Todos los días de ensayo tenía un diamante en bruto en mis manos que hacer brillar y esto me hacía ser más exigente conmigo misma para conseguir un alto resultado artístico junto a ellos. He aprendido muchísimo de cada uno de ellos, recordarlos me emociona y puedo decir orgullosa que son parte importante no tan solo de mi carrera musical, también lo son de mi vida en lo personal.
Cada programa y concierto era un nuevo reto, los ensayos parciales hacían mejorar mi habilidad auditiva y refinar el gusto por el fraseo, aquellos músicos que ilusionados hacían conciertos de solistas donde sus ensayos eran verdaderas masterclass para tod@s… todo lo que diga no podrá reflejar lo que realmente significó en mi vida.
Ellos supieron comprenderme en todo momento y valoraron desde el primer momento mi afán por mejorar y de hacer más grande nuestra sabiduría colectiva. Supimos amar la música de la misma manera y eso hizo que nuestras almas se fortalecieran estando unidas, incluso después de dejar mi puesto.
Años irrepetibles, sueños imborrables y amig@s que siempre permaneceremos unid@s.
Situarse entre los y las directoras de orquesta es difícil, al fin y al cabo es un ‘mercado’, donde cuesta entrar para estar entre los que cuentan, es una sucesión de ‘bolos’ –perdón por la expresión– ¿En qué momento creyó usted que había dado el paso para estar en el grupo de los que cuentan?
Creo que el tipo de vida artística que he escogido es todo un continuo camino de pasos que dar y afrontar. Algunos pasos son grandes y otros no tan grandes, pero en todos ellos lo importante es avanzar con firmeza y determinación. Esto es realmente lo importante.
Sinceramente no creo en un momento concreto, creo en varios momentos. Hay carreras fugaces y otras reales en las que el sacrificio, esfuerzo y la buena suerte deben equilibrarse para que todo fluya de una manera natural y orgánica. No es nada fácil entrelazar estos factores, pero creo plenamente en ello y cada día trabajo para que estos pilares sigan guiándome por este camino en búsqueda de nuevos retos que superar y crecer. Algo tengo muy claro, siempre en mente y muy presente como es el trabajo y la humildad.
Díganos qué piensa del premio del periódico lasBandas como personaje musical del año 2024 y relátenos sus instantes más emocionantes de estos doce meses pasados.
Estoy más que agradecida a todo el equipo del periódico lasBandas, darme la visibilidad y oportunidad de estar más cerca y presente en este mundo bandístico, sus seguidores, amantes como yo de nuestras bandas de música. Cuando amas lo que haces y el resto lo valoran con gestos como el de este premio, es lógico que una se emocione en el momento, pero sobretodo me empuja a seguir haciendo lo que hago con más fuerza si cabe. Así que, tan solo puedo decir gracias.
El 2024 fue un año muy intenso de muchas experiencias nuevas. Conocí y pude trabajar junto a grandes directores/as y prestigiosas orquestas (Bychkov/Tonhalle, F. Xavier-Roth/Gürzenich, Rafael Payare/San Diego), debuté al frente de la Orquesta y Coro Nacionales de España, Filarmónica de Málaga, Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, San Diego Symphony, volví junto a la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya, Orquesta de Córdoba, ADDA Simfònica de Alicante, mi querida Orquesta de Valencia, entre otras, y además de seguir los pasos del querido maestro Juanjo Mena y trabajar conjuntamente junto a la maestra Alondra de la Parra. ¿Qué más puedo pedir?
La Orquesta Nacional fue como usted ha declarado un revulsivo, pero también destaca la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya; la Paris Mozart Orchestra; la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria o la Orquesta Filarmónica de Málaga; su presencia en San Diego con la Symphony Orquestra o haber sido protagonista de la Olimpiada Cultural de Paris con motivo de los Juegos. La pregunta es ingenua: a nivel emocional ¿con qué se quedaría?
Todo lo que me nombra me ha dado tanto que sería injusto por mi parte declinarme por una en concreto. La música es pura pasión que siempre, a mi entender, no la puedo concebir sin emoción. Cada proyecto, cada orquesta, cada grupo humano, cada programa, cada ciudad ha sido puesto en mi camino en tiempo correcto para aprender alguna cosa en concreto, cada momento lo llevo grabado siempre en mi corazón. Por concretar alguna, una de las últimas experiencias en San Diego, me sentía llena de fuerza, motivada y afortunada por estar cerca y trabajar junto al maestro Rafael Payare, así como, tengo un grato recuerdo en ese espectacular y emblemático lugar como es el Jacobs Music Center en mi debut en concierto junto a la San Diego Symphony.
El concurso “La Maestra” de París, un prestigioso certamen de la Philarmonie de París, le dio un gran predicamento, qué le supuso; ¿Hubo un antes y un después?
Hubo un antes, un durante y un después. ¡El durante fue realmente fascinante! Conversar con el resto de compañeras, conocer a Marin Alsop entre otros miembros del jurado, poder estar haciendo música en la prestigiosa sala Pierre Boulez en Paris… sin palabras. Mis años en La Maestra Academy me brindaron oportunidades para seguir formándome con los más reconocidos directores/as de orquesta. Y, como bien sabe, una cosa lleva a la otra: más formación conlleva a mayor crecimiento personal y profesional lo que desemboca en más oportunidades profesionales.
«En Paiporta hemos demostrado ser fuertes y valientes y gritamos ‘que nadie se olvide de nosotros'»
Finalmente: usted es de Paiporta, no podemos evitar que pueda decirnos algunas palabras para reconfortar tanto sufrimiento a tantas personas.
Así es, mi pueblo, Paiporta, conocido como zona cero de la catástrofe, a día de hoy sigue levantándose cada día con la ilusión y la esperanza de reconstruirse y buscar la normalidad cuanto antes. Hemos demostrado ser fuertes, pero la valentía la hemos aprendido de tod@s aquell@s que nos ayudaron a levantarnos por primera vez.
La debilidad nos agita de nuevo recordando el dolor y el sufrimiento que aun sigue conviviendo entre nosotros. Solamente alzar la voz desde aquí para que NADIE SE OLVIDE DE NOSOTROS, de todas y cada una de las poblaciones afectadas. Aún les necesitamos, seguimos necesitando de sus cálidos y sentidos abrazos, de su desinteresada ayuda y de su fuerza para afrontar todo lo que aún está por venir y vivir. La música ha estado muy presente siempre y estoy segura que lo seguirá estando.
Nota del editor, estamos preparando para los próximos días en este diario online unas páginas dedicadas al periplo de Beatriz Fernández durante 2024 y principios de 2025, una carrera rápida, que se asienta entre las mujeres directoras más destacadas del actual panorama musical.