Desde hace escasas fechas, el Casino Musical de Godella tiene un nuevo presidente. Se trata de Antonio Moreno Trigueros, piloto aéreo de profesión, con más de veinte años de experiencia en el sector de la aviación, y padre de una de las niñas de la escuela, que decidió dar un paso al frente y tomar las riendas de esta histórica institución. Charlamos con él para conocerlo un poco más y descubrir los retos del Casino Musical en una delicada situación marcada por la pandemia.
– ¿Qué le motivó a presentar su candidatura a la presidencia del Casino Musical de Godella?
– No fue algo difícil de decidir y no tuve que planteármelo en exceso. La anterior junta directiva vino a buscarnos a un grupo de padres para proponernos el relevo. Personalmente, me llamó la atención este reto y creo que, a pesar de que atravesamos un momento complicado, será una etapa bonita y muy estimulante. Cuando era pequeño comencé mis estudios musicales aquí, aunque después los abandoné. Ahora soy padre de una niña de la escuela, y además he retomado la formación; soy alumno de trompeta (estoy en tercer curso y formo parte del conjunto instrumental para adultos), así que, como ya de normal pasaba tanto tiempo aquí, ha sido una decisión bastante sencilla.
– ¿Qué objetivos se plantea para esta nueva etapa?
– El objetivo principal no debe ser otro que el de volver a la situación existente antes del bicentenario, si bien, lógicamente, ahora debemos ser prudentes y respetar las exigencias de las instituciones para que esa normalidad llegue lo antes posible. A partir de ahí, los retos de esta nueva junta directiva son muchos y variados. Estamos ofreciendo la alternativa de formación online a nuestro alumnado con el objetivo de no perder a nadie por el camino. También tenemos en mente preparar un ciclo de conferencias y dinamizar la página web y las redes sociales. Pero ojalá pronto podamos volver a subirnos a un escenario y disfrutar de la música, que es para lo que estamos aquí.
– ¿Cómo valoraría la labor de la anterior junta?
– Hicieron un trabajo increíble, especialmente en su última etapa, durante el año del bicentenario. Por desgracia, ese excelente programa que habían preparado se vio interrumpido con la llegada de la pandemia, pero nos gustaría retomarlo cuando la situación lo permita. Por ejemplo, quedó en el aire el documental, el concierto de clausura del bicentenario y algunos otros proyectos.
– ¿Qué destacaría de la nueva junta?
– Sobre todo, la ilusión y las ganas con las que hemos entrado. Como decía, la mayoría somos padres de la escuela, aunque también hay alumnos y algún profesor: José Antonio, Pau, Marcelino, Ferran… Como novedad, hemos apostado por la creación de un nuevo puesto de trabajo, el de gestora cultural, que lo ocupará Mª José Iglesias, para encargarse precisamente de articular y dar forma a todas las ideas que van surgiendo. Creo que esta es una buena prueba de esas ganas y esa ambición de las que hablaba.
– ¿Es optimista de cara al futuro?
– Tengo que serlo. Es cierto que esto se está haciendo muy largo, y que el mundo de la música atraviesa momentos muy delicados, pero debemos tener esperanza. Las vacunas llegarán y, cuando la situación mejore, nos consta que la gente tiene muchas ganas de pasarlo bien, de salir y de invertir en ocio. Durante los próximos meses debemos prepararnos para mostrar nuestra mejor cara cuando eso ocurra.
– ¿Qué mensaje le lanzaría a toda la familia del Casino Musical?
– Les pediría un poco de paciencia, porque la situación se va a revertir. Estoy convencido de que saldremos de esta, celebraremos todas las actividades previstas y pondremos en marcha nuevos proyectos. Por nosotros no va a quedar, hemos venido con ideas frescas y tenemos muchas ganas de aportar nuestro granito de arena.