Una de las aportaciones de este trabajo es la de ahondar en un tema muy poco explorado y grabado: la infancia de Tomás Luis de Victoria, José Duce: “Estamos dando un paso adelante en la práctica histórica hispánica grabando un repertorio que tradicionalmente se ha dejado en manos de los grupos ingleses”
A partir del 1 de marzo estará disponible el cuarto trabajo discográfico del grupo de música antigua Amystis. Bajo el título De Ribera & Navarro. Masters of the Spanih Renaissance, la formación que lidera José Ducemuestra el “tejido musical” del Renacimiento español más allá de los grandes nombres, con el objetivo de dar a conocer la música de los maestros con los que Tomás Luis de Victoria aprendió en la Catedral de Ávila y sus compañeros de estudios, algunos de los cuales llegaron a ser, como él mismo, grandes compositores.
Esta es la cuarta publicación que Amystis lanza junto al sello discográfico Brilliant Classics, y lo hace en un momento muy especial que supone la vuelta a los grandes proyectos tras la pandemia del Covid-19. Precisamente el grupo iniciaba en enero de 2020, un mes antes del estallido del Covid, la celebración de su décimo aniversario, que se vio duramente afectada por la situación sanitaria. Un contexto que también ha hecho muy difícil la grabación de este CD a causa de los confinamientos, contagios, restricciones en los espacios de trabajo y las dificultades en la movilidad.
A pesar de todo, De Ribera & Navarro. Masters of the Spanih Renaissancees ya una realidad y viene a consolidar el trabajo continuado de José Duce, director y musicólogo, que desde hace más de diez años desarrolla una exhaustiva labor investigadora para recuperar esas joyas musicales que nunca debieron perder su voz.
En este disco Amystis está acompañado del grupo Ministriles de la Reyna, dirigido por Javier Martos Carretero
El hecho de ahondar en los maestros del gran Tomás Luis de Victoria (c.1548-1611) supone un atractivo añadido a este trabajo, pues la infancia del reconocido compositor español es un tema muy poco explorado y grabado. Victoria inició sus estudios musicales en la Catedral de Ávila, a la que llegó como “seise” (niño cantor). Allí permaneció hasta el año 1565, fecha en la que se desplazó a Roma para estudiar en el Colegio Romano.
De ello se concluye que los maestros que más le influyeron en esos años de juventud fueron Bernardino de Ribera (c.1520-c.1580) y Juan Navarro (c.1530-1580). En aquella época, los niños cantores de una catedral española vivían con el maestro de capilla, quien debía enseñarles todo lo necesario sobre la música, al tiempo que debía velar por su alimentación, salud y vestimenta. Además, durante sus primeros años musicales, Victoria cantó a diario la música de Ribera y Navarro, los cuales le enseñaron todo lo necesario sobre la polifonía, el canto, el contrapunto y la praxis del órgano. Esta estrecha convivencia ayudó a formar el criterio musical del joven Victoria y asentó las bases de lo que sería su producción musical en el futuro.
El programa del CD se completa, además de con música del propio Victoria, con un Magnificat de 1º tono(Liber Magnificarum, Salamanca, 1607) y el himno Sanctorum Meritisdel autor, también abulense, Sebastián de Vivanco (c.1551-1622) del que este año se celebra el cuarto centenario de su fallecimiento. Vivanco mantuvo una relación muy estrecha con Victoria desde su infancia ya que ambos coincidieron en la catedral de Ávila como niños cantores. “Es bonito imaginar cómo estos dos grandes maestros de la música española compartieron clases, juegos y música durante sus primeros años de aprendizaje”, relata Duce.
Ediciones críticas nuevas
Para la realización de este proyecto se han elaborado ediciones críticas nuevas de todo el material musical partiendo de las fuentes originales conservadas en los archivos del Real Colegio – Seminario del Corpus Christi (Valencia), las catedrales de Ávila y Toledo y la Parroquia de Santiago de Valladolid. La fuente consultada en dicha parroquia es la principal novedad discográfica presentada en este Cd, ya que el Códice Santiago prácticamente no había sido trabajado hasta el momento, y menos aún, grabado. Este códice musical de principios del siglo XVII, manuscrito, conserva música de grandes maestros como Francisco Guerrero, Cristóbal de Morales, Francisco de Montanos, Melchor Robledo, Rodrigo de Ceballos, etc., pero en su gran mayoría, la música que prevalece en cuanto a cantidad es la compuesta por Juan Navarro, de la que se presenta una pequeña muestra inédita. Como explica José Duce “he querido mostrar, no sólo una música interesante y poco conocida, sino una mirada al pasado, a la praxis musical en la España del siglo XVI y a cómo era el trabajo en las capillas musicales. Para ello hemos presentado lo que sería una capilla hispánica, con cantores y ministriles, exprimiendo al máximo las posibilidades de estos “instrumentos artificiosos” junto al instrumento más perfecto jamás creado: la voz humana”.