Dicen que Siracusa fue el motor del teatro griego en su viaje hacia occidente cuando los griegos la fundaron hace más de 2.700 años en Sicilia, iniciando la Magna Grecia; y que el propio Escipión “el Africano” hizo viajar a Plauto para representar en el teatro de Siracusa su Miles Gloriosus frente a sus legionarios antes de invadir África y derrotar a la Cartago de Anibal en la segunda guerra Púnica.
Fue uno de los teatros más legendarios de la antigüedad y desde donde lo copiaron los romanos después del siglo III aC., un istmo cultural que configuró la cultura europea tal y como la conocemos hoy.
Viene a cuento esta referencia porque Siracusa poseía un gran teatro griego que emulaba a los de Naxos, Atenas y Corinto en aquellos remotos tiempos donde el arte, como la filosofía y la política, eran elementos de referencia objetiva del poder territorial que los griegos solo lo concebían cuando iba orlado del poder contrastado de la cultura y el arte.
Estos son los sentimientos que el visitante curioso puede, entre otros, pergeñar cuando en torno a las diez de la noche de un día de agosto accede al recinto excavado en la ladera del monte de Ripoll, que, iluminado aparece fantasmagóricamente como un vigilante hoplita atento a lo que pasa; un recinto que se asemeja exactamente a un teatro griego, como diciendo al mundo que allí se hace música.
El espacio semicircular situado entre la scaena y el graderío recibe el nombre de orchestra y era el lugar donde se colocaban los músicos y cantores que acompañaban las representaciones. Las primeras gradas que rodearon esta zona curva estaban destinadas al asiento de las personas más importantes de la ciudad. Igual que ahora; por eso la grandiosidad de la representación viene dada por la grandiosidad del marco.
No hay escenario más destacado en este nuestro territorio donde habita el imperio de las bandas de música como el Auditorio de San Luis en Buñol. Porque en la historia de la humanidad no hay un recinto más excelso que un teatro griego / romano o algo que se le parezca. Y Buñol lo tiene.
El Mano a Mano de 2023 pasará a la historia, porque dos directores de raza, se enzarzaron consigo mismo para evitar los efectismos tópicos buscando lo virtuoso, lo difícil técnicamente, lo expresivo encadenado a los idearios colectivos de nuestra época, demostrando al mundo que dos propuestas aparentemente divergentes tenían un poso conceptual coincidente por ser obras de gran complejidad interpretativa y un similar mensaje, el canto a la vida, la naturaleza proyectándose como voces del futuro. Un Béla Bartók (La Armónica) que ya se había escuchado en banda de música, en un intento meritorio de tres de los cinco movimientos por parte de la Unión Musical de Llíria y la versión de Pablo Sánchez Torrella bajo la dirección de Henry Adams para La Artística en 2004, y un complemento ahora, no menos virtuoso –qué percusión, ¿dioses!– del propio Saül Gómez con una Serra Gelada inextricable, y un acercamiento a la música más contemporánea (La Artística) con dos estrenos cercanos que propuso Mario Ortuño, con Aurignac «Arlequín» y Arlandis «Taxi» , y un obra más compleja, cuya segunda parte tocó el olimpo, cuando se desembarazó de los anclajes militares no exentos de grandes aciertos compositivos de la primera parte, de la Second Symphony ‘Voices’, de James Stephenson.
Como siempre cada cual se llevó a casa su cada quien… había ganado, pero lo que había vencido es la gloria de Buñol que nadie se explica cómo es posible encontrar una simbiosis tan inconmensurable en una población de 9,500 habitantes, con un 40% de las familias formando parte de dos sociedades musicales que tocan como los ángeles, con dos directores atrevidos (los programas que ofrecieron fueron un ejercicio de funambulismo de riesgo sin volatín) que superaron las expectativas y que mantuvieron el interés casi hasta las cuatro de la madrugada en que finalizó la velada, como si Esquilo y Plauto, Plauto y Esquilo hubieran gozado como lo hicieron cuando hace más de 2.200 años frecuentaban el Teatro Griego de Siracusa.
El Relato
Por Redacción lasBandas
Venimos asistiendo desde hace años a esta cia veraniegos donde dos colosos se enfrentan en un combate incruento a un mano a mano musical que deviene normalmente en una expresión
En un auditorio al aire libre del Paseo de San Luis con su aforo de 2.200 localidades casi al completo, las bandas sinfónicas del Centro Instructivo Musical “La Armónica” y de la Sociedad Musical “La Artística” han vuelto a deslumbrar y sorprender a melómanos y público en general con la interpretación de sus respectivos programas musicales durante la 48 edición del concierto ‘Mano a mano’ que se ha desarrollado este pasado sábado por la noche.
La propia alcaldesa de la localidad y responsable del área de Bandas de Música, Virginia Sanz, destacaba tras el concierto el “éxito rotundo de participación; ha sido muy sorprendente y el auditorio además estaba impecable, desde arriba hasta abajo, con un aforo cercano a las 2.200 entradas que posee y del que se han vendido prácticamente todas”.
En similares términos se pronunciaba la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Buñol, Tamara Díaz, quien subrayaba que se ha disfrutado “de un verdadero espectáculo, con un auditorio completamente lleno donde la gente se ha divertido y se ha emocionado. Sólo espero volver a ver el próximo año el auditorio igual y que nuestras bandas nos vuelvan a ofrecer el mismo espectáculo, o mejor, del que hemos vivido hoy”.
El Concierto de Béla Bartók: un caudal de matices. La Armónica
La banda del Centro Instructivo Musical “La Armónica” (conocida popularmente como “El Litro”) ha sido este año la primera en actuar, con un programa titulado “Cantos” que se inició con el Concierto para Orquesta, de Béla Bartók, con transcripción para banda de Simon Scheiwiller; y que se cerró con la Primera Sinfonía, Stones and sea, del propio Saül Gómez, quien al término del concierto destacaba “el verdadero espectáculo que supone dirigir a estos músicos tan estupendos que lo han dado todo y que se han entregado al ‘Mano a mano’ y hoy han hecho tanta música. En un programa que era todo un reto —añadía Saül Gómez— porque la de Béla Bartók era una de las obras más difíciles que he dirigido y he podido montar”.
“Un doble reto además tanto como director como compositor, ya que para mí era una gran responsabilidad porque no sabía cómo reaccionarían los músicos al elegir una composición mía para un ‘Mano a mano’ y estoy agradecidísimo por el esfuerzo que han dado para que saliera lo mejor posible, con el objetivo de traer un trocito del mar Mediterráneo al auditorio de Buñol”.
Unas palabras que eran completadas por la presidenta de El Litro, Rosario Pardo, quien subrayaba al término de la actuación de su banda que era “emocionante estar en este auditorio completamente repleto de personas y poder escuchar un repertorio con la calidad del que ha ofrecido El Litro: con la calidad del programa, la calidad de los intérpretes y el alma que ponen nuestros músicos y que ponemos todos alrededor de este concierto para que sea algo realmente especial. Este concierto es único, lo decimos siempre, y estoy segura de que los cientos de personas de fuera que han venido a vernos no estarán decepcionados”, añadía Rosario Pardo, quien por supuesto destacaba “la espectacularidad de la obra dirigida por Saül Gómez, tan evocadora y de la que estábamos muy ilusionados porque los efectos que tenía los podíamos potenciar muchísimo en un marco como es el entorno tan especial de nuestro magnífico auditorio”.
Voces del mañana, un programa coherente: La Artística
La segunda parte del concierto estuvo protagonizada por la banda sinfónica de Sociedad Musical “La Artística”(“Los Feos”), que puso en atril un programa titulado “Voces del mañana” que se inició con la obra de encargo Arlequín, de Ernesto Aurignac; continuó con Taxi, de Enrique Hernandis; y se cerró con Second Symphony ‘Voices’, de James Stephenson. Todas ellas conducidas por su director titular, Mario Ortuño, quien no ocultó al término del concierto su “gran satisfacción al habernos arriesgado con la obra de Ernesto Aurignac, un compositor relativamente joven con un gran punto de genio y con el placer de la posibilidad de contar con la participación del armonicista Antonio Serrano, uno de los mejores solistas de armónica del mundo; además de la obra de James Stephenson, una composición muy exigente en la que había tantos elementos que podían fallar. Y también por supuesto la obra Taxi, de Enrique Hernandis, que ha servido de perfecto nexo de unión entre ambas”.
El presidente de “Los Feos”, Francisco Blasco, también quiso destacar que ha sido “una noche muy, muy completa, con una apuesta por Aurignac con su primera sinfonía escrita para banda, una obra increíble; seguir con Taxi, de Enrique Hernandis, ha sido la pieza que faltaban al puzzle para que fuera todo perfecto en una composición que nos ha llevado de la primera a la segunda obra: la Segunda sinfonía de James Stephenson, que el mismo compositor nos ha declarado que se va de Buñol como otra persona después de ver el ambiente que hay aquí y de la interpretación de su obra que hemos hecho hoy. Cuando eso te lo dice el compositor de la obra, no puedes estar más feliz”.
Respaldo institucional a la velada
El concierto, que fue presentado por el periodista Chimo Masmano, finalizó con la interpretación del Himno a Buñol, de Manuel Chillida y Guzmán Cárcel, dirigido por el Presidente de Honor de este año, el músico y director nacido en Brunssum (Países Bajos) Björn Bus, que actualmente dirige el certamen internacional World Music Contest de Kerkrade y quien no ocultó su “orgullo por haber sido invitado para ostentar un cargo en un pueblo que me ha dado una bienvenida muy cálida; en un pueblo en el que he estado muy a gusto junto a sus dos fuertes bandas de música con las que he podido disfrutar de la música, de la comida y del lugar”, tal como subrayó.
El presidente de Honor Björn Bus
“Ha sido un orgullo tener a Björn estos días. Es maravilloso, encantador, humilde y ha sido un honor. Y repetirá seguro porque está encantado”, tal como destacaba la alcaldesa de Buñol, Virginia Sanz, quien confesó que para ella había sido además “un honor estar como alcaldesa por primera vez en este ‘Mano a mano’, del que me ha encantado el programa tanto de El Litro como de Los Feos”.
La secretaria autonómica de Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana, Paula Añó, que también asistió al concierto, subrayó a su término “la suerte que tienen los niños de Buñol que nacen rodeados de música y de cultura desde muy pequeñitos; y además lo hacen en sociedades musicales que les cuidan, les protegen y les enseñan a vivir en comunidad”. Paula Añó invitó además “a todos los valencianos a que vengan a vivir al menos una vez en su vida este concierto”.
También entre los responsables públicos que no quisieron perderse la velada se encontraba el Diputado provincial de Bandas de Música, Ricardo Gabaldón; quien destacó “el auténtico lujo y placer que supone escuchar juntas a El Litro y Los Feos, dos bandas que todo el mundo debería escuchar en algún momento”.
“Buñol es un referente con respecto a la música de bandas —añadió el diputado—. Han sido tres horas de concierto que se han pasado en un suspiro y menos mal que no nos pregunta por el vencedor de este espectáculo porque sería muy difícil dar un veredicto”, remarcó Ricardo Gabaldón, quien también quiso “felicitar a músicos, corporación municipal y juntas directivas porque han hecho un verdadero espectacular programa musical”.
El vicepresidente de la FSMCV, Ricardo Sales, un asiduo a este concierto lo calificó “de toda una hemorragia de placer poder venir cada año a disfrutar de este gran espectáculo”.
Además de directores, compositores y músicos amigos de ambas sociedades musicales, al concierto también asistieron los compositores de las obras que interpretó “La Artística”, el diputado en las Cortes Generales Carlos Gil; así como el coordinador de Estrategias, Estudios y Proyectos del Ayuntamiento de Valencia, Manuel Tomás.
Asistió el ex presidente de la FSMCV Pedro Rodríguez que se sorprendió con la interpretación del Concierto de Béla Bartók que realizó el Litro: “Solo antes se había atrevido la Unión Musical de Llíria, pero entonces con solo tres de los cinco movimientos y La Artística que lo hizo en 2004. La Armónica lo ha conseguido con nota muy alta”.
Juncal Carrascosa, ex alcaldesa de Buñol se mostró satisfecha del lugar que ocupa a día de hoy “en el ideario colectivo de la música de banda de nuestra comunidad este concierto que ilusiona más allá de la ciudad de Buñol y su comarca; incluso a gentes que vienen de muy lejos; es una satisfacción haber contribuido a su engrandecimiento”.