Un gran acontecimiento musical enmarcará a Alicante en la realidad sociopolítica y cultural del Mediterráneo, tan cercano y tan necesitado de comprensión.
Una estrategia de acercamiento a los países que componen el área, ayuda a situar la cultura de cada uno en un contexto de interrelación.
Y para ello el sábado 28 de enero, día en que Casa Mediterráneo completa su estructura, ofrece a legaciones de los países participantes en la creación del Consejo Diplomático de un concierto en el Auditorio de la Diputación alicantina, con el estreno de una obra de Andrés Valero Castells con el título Mediterráneum. De la mano de la Orquesta ADDA de la Diputación de Alicante bajo la batuta de su director titular, Josep Vicent.
Andrés Perelló ha reactivado Casa Mediterráneo como institución que es del Ministerio de Asuntos Exteriores del gobierno de España y la ha dotado de un programa de diseminación territorial, no solo en el ámbito español, sino también haciéndolo extensivo entre los países de la ribera mediterránea, para unir culturas, para que las gentes responsables se conozcan y que se intercambien opiniones, mirarse a los ojos y escudriñar qué tenemos en común a pesar de saber todos que la historia nos unió en todas las épocas. Y los ha reunido a través de la música.
–¿Qué significado tiene este acto?
Este concierto viene a propósito de la creación de Consejo Diplomático de Casa Mediterráneo que cierra la estructura de sus órganos representativos. La completamos con todos los pueblos del Mediterráneo y por tanto con muchas culturas. Hay que recordar que contamos con tres continentes, tres religiones, muchas culturas diversas, 85 lenguas y 6 alfabetos…
Se dice que la música es un lenguaje universal pero no es exactamente cierto, pero sí que es un lenguaje infinito y es la mejor muestra de entendernos; hay una estructura comprensiva en ello. En vez de discursos hablados usamos la música porque es un lenguaje que nos identifica a todos y queremos resaltar que siempre es un mensaje de esperanza. La actualidad medioambiental y la migratoria debe servir para entendernos entre nosotros, hay un elemento igual entre nosotros, y para entendernos entra la música. Con el evento de Alicante queremos lanzar un mensaje. Hagamos música, dialoguemos y que se callen las armas. Estamos uniendo un concierto y una cumbre diplomática. Hablar entre los pueblos con la música es una manera de alzar la voz y que se callen los conflictos.
– Y usted ha elegido la música como gestión de la interrrelación en el Mediterráneo entre culturas
La música no es universal, insisto, pero sí que es un lenguaje infinito; nos coloca con la palabra y el diálogo hablando con los pueblos tan diferentes y a la vez tan cercanos, y nos pueda unir. Esa es la intención de Casa Mediterráneo a modo de un grito musical contra las armas. Un mensaje de paz. Que la música contribuya a acercarnos a la paz.
–Y para eso, Andrés Valero Castells, un compositor acreditado…
En la Comunitat Valenciana hay un elenco de compositores enorme, pero queríamos un compositor que nos atendiera en la comprensión de lo que queríamos y no fue difícil elegir uno, pues Andrés Valero lo captó a la primera. Lo podrían haber hecho otros, pero la trayectoria de Andrés y que nos atendiera; y lo captó la primera. Su comprensión del mensaje, la expresividad y su pasión y teatralidad, nos pareció idóneo en este momento. Su comprensión especialmente para subrayar la multiculturalidad de nuestro mensaje. Lo ha trasladado magníficamente en pentagrama. Lo ha hecho con una expresividad que pone con el sentimiento que pone en toda su obra. Dirigirse a un público no solo valenciano sino multicultural con una magnífica composición ha dado un resultado espectaculas. Vamos a entregar a cada delegación una copia de la composición.
Finalmente decir que los pueblos que aman la música no pueden ser nunca esclavos y la música es libertad y ayuda para que nadie tenga que ser esclavo en el discurso filosófico de la libertad.