MÚSICOS CONFINADOS POR EL MUNDO. Multitud de profesionales valencianos que desarrollan su actividad en países de todo el mundo, se han visto también afectados por la crisis del covid19. Desde Canadá, Estados Unidos, Austria y la República Checa, nos cuentan cómo están viviendo el confinamiento y reflexionan acerca del futuro próximo.
En la República Checa, vive el director de orquesta y musicólogo Robert Ferrer Llueca, que reside en la ciudad de Brno desde septiembre de 2014. Es también miembro del Coro Filarmónico Checo de Brno, doctorando en la Universidad Masaryk de Brno y profesor del Máster Universitario en Interpretación e Investigación Musical de la Universidad Internacional de Valencia (VIU).
Como otros músicos dedica este periodo de aislamiento obligado “al estudio personal de partituras orquestales, a disfrutar del placer de la lectura (literatura general y sobre temas musicales), a la redacción de mi tesis doctoral y a la preparación de materiales didácticos para la VIU. También estoy aprovechando para descansar y desconectar bastante del ritmo frenético vital al que nos vemos abocados en la actualidad. Y claro, en estos momentos de mayor recogimiento y soledad me acompaña siempre la música clásica, especialmente la de mi compositor favorito Leoš Janáček”.
Respecto a la situación en nuestro país nos cuenta que está en contacto “básicamente con mis familiares en Valencia donde, por suerte, la situación es un poco menos desastrosa. Por temas profesionales estoy en contacto con algunos músicos valencianos –también del resto de España y extranjeros– para preparar futuros proyectos a llevar a cabo cuando volvamos a la normalidad”.
Al igual que a sus colegas “prácticamente todos los conciertos, congresos y otras actividades culturales que estaban previstos hasta septiembre se han cancelado o, en el mejor de los casos, aplazado. Los proyectos planificados para el último trimestre del año se hallan actualmente a la espera de confirmación o se plantearán aplazamientos para el año 2021”, comenta. Por ello, “la única actividad que he podido mantener al 100% en estos tiempos de crisis es la pedagógica, a través de mis clases en el Máster Universitario en Interpretación e Investigación Musical de la Universidad Internacional de Valencia (VIU) impartidas durante el pasado mes de abril”.
Robert conoce las variadas propuestas que han surgido en estas semanas en España. Algo que no ha ocurrido en la República Checa. “El pueblo checo, quizás por su carácter más introvertido, asume sin más la situación de crisis y se queda en casa o respeta más las medidas de seguridad impuestas desde el gobierno. Es por ello que la situación sanitaria general es un poco mejor aquí, comparada con otros países con normas más relajadas o incluso con poblaciones menos respetuosas. Por lo demás, me parece muy bien que la gente se entretenga y a la vez entretenga a los demás de alguna manera durante este ya largo confinamiento”, comenta.
El músico de Faura está convencido de que “evidentemente no vamos a vivir completamente de la misma manera después de todo esto… Se va a producir –y de hecho ya se está notando– un cuestionamiento general de las estructuras políticas, sociales y culturales. El replantearse el funcionamiento de todo aquello que simplemente aceptábamos como el pan nuestro de cada día. En definitiva, el inicio de una nueva era que ha llegado demasiado precipitadamente”.