La Federación de Sociedades Valenciana de la Comunitat Valenciana ha recogido en los últimos años la inserción profesional y societaria de un colectivo que ha estado arrumbado por la historia desde hace casi dos siglos. La puesta en valor de las Bandas de Música, esas bandas “de pueblo” como hace ya algunos años se las conocía,formaron parte del paisaje cultura de nuestro territorio sin que se notase apenas, y apenas también conocido en las grandes ciudades si no fuera por el ruido de los Certámenes que regularmente se vienen celebrando en muchas localidades principales.
Pero con el reconocimiento –hoy ya somos Bien de Interés Cultural–, el colectivo musical de sociedades se incorporó a la realidad más imperativa, y ya desde la creación de la FSMCV se estableció como objetivo el reconocimiento y el refrendo de la sociedad. Hoy, no es posible entender la realidad, ni que las Sociedades Musicales se incorporen al ideario colectivo de los valencianos sin que la propia entidad corporativa sea sensible a los anhelos, ilusiones y reivindicaciones de la misma sociedad. No podemos olvidar –a veces se ignora– que la Federación es una entidad privada sin ánimo de lucro, pero privada, al fin y al cabo, aunque desde ella fluyan consignas, objetivos y proyectos que cada vez afectan más en la composición y en la actividad de cada sociedad musical.
El modelo de inclusión de políticas de género, es decir de la búsqueda de la igualdad, se ha convertido en un objetivo principal, ya desde las presidencias de Josep Almería y Pedro Rodríguez que concluyó con la presidencia de Daniela González, y con ella un grupo heterogéneo y responsable de mujeres en la junta directiva y otros órganos de gobierno, incluso en la estructura laboral de la FSMCV, compuesta principalmente por mujeres.
Y de entre las máximas responsables, la secretaria general. Una mujer joven que acredita solvencia intelectual, dedicación y un concepto de trabajo colectivo. Se la vio con determinación en la última Asamblea de Vila Real. Hemos querido acercarnos a ella y que nos cuente sus impresiones.
–En qué consiste básicamente su trabajo como Secretaria General de la FSMCV? –La labor que desempeño en la entidad abarca desde el levantamiento de actas de reunión, certificaciones, gestión de altas de sociedades musicales, participar en la toma de decisiones importantes para los asociados y vías de actuación de la FSMCV, así como un sinfín de gestiones que surgen diariamente y van adheridas al cargo que desempeño.
–Uno de los acuerdos tomados en la última Asamblea General de la FSMCV celebrada en 2019 en Vila-real fue la aprobación por parte de las sociedades musicales de la propuesta de modificación estatutaria que permite iniciar el expediente para la declaración de la FSMCV como entidad de Utilidad Pública. ¿En qué fase se encuentra este proyecto y qué beneficios inmediatos supondrá para la entidad federal? –Actualmente nos encontramos en proceso de ajuste e implantación de las condiciones requeridas para solicitar la declaración de la FSMCV como entidad de utilidad pública. Los beneficios se verán reflejados en una mejora de la fiscalidad y mecenazgo.
–¿Cómo se encuentran los planes de la FSMCV en relación a las políticas de igualdad. La federación es una de las principales asociaciones que han visibilizado antes la necesidad de acciones tendentes a la reivindicación de las mujeres? ¿Hay alguna previsión a corto plazo? ¿Cabe hacer más de lo que se ha hecho hasta ahora? –Des de hace años, la FSMCV ha estado sensibilizada con este tema, dándole la importancia que se merece. Nuestro decálogo por la igualdad, la paridad en nuestra junta directiva y comisión de gobierno, la creación de la Banda Simfònica de Dones, el Premio Euterpe a la igualdad de género en la música, entre otros, ha supuesto un referente social en esta vía de actuación trabajando en un camino igualitario en todos los ámbitos que nos competen. La FSMCV sigue trabajando en las acciones y proyectos comentados anteriormente, así como en otros nuevos que van surgiendo; por ejemplo, mediante la colaboración en el proyecto “Erre que erre que erre” del Consell Escolar de la Comunitat Valenciana en el que se trabaja la igualdad desde los centros educativos. Por supuesto que, también desde la música, tenemos nuestro granito que aportar.
–Desde que Daniela González accedió a la presidencia se sucedieron una serie de cambios en la organización de la Junta Directiva, a la que se han incorporado numerosos presidentes comarcales en una búsqueda por “aplanar” los órganos directivos. ¿Qué ventajas supone esta incorporación en el trabajo diario y en cuanto al contacto con las sociedades musicales? –Los presidentes comarcales resultan imprescindibles como vía de contacto entre la FSMCV y las comarcas. A través de ellos nos llegan las cuestiones, problemas y sugerencias de nuestros asociados y, gracias a ellos, obtenemos un retorno de impresiones sobre el trabajo que realizamos y que nos ayuda a mejorar día tras día. La incorporación de estos presidentes en nuestra junta directiva ha supuesto un acercamiento más estrecho buscando un interés común prorrogable a todas las comarcas del territorio. Los resultados son satisfactorios, ya que nos ayudan a reflexionar sobre cuestiones que, tal vez de otra manera, no hubiesen llegado a nuestra mesa de reunión.
–En un par de meses abrirá sus puertas L’Alqueria Julià, próxima sede de la Federación, gracias a la inversión de más de 3 millones de euros por parte de Bankia. ¿Se conoce ya la fecha del traslado? ¿Cómo se articulará el trabajo y actividades en esta nueva sede que dispondrá, además de los servicios para administración, de otros espacios como un auditorio? –L’Alquería Julià supone una edificación de gran valor arquitectónico y cultural que, después de un largo periodo de rehabilitación y gracias al esfuerzo de Bankia, pronto abrirá sus puertas. A partir de ese momento se valorarán las distintas posibilidades teniendo en cuenta las caraterísticas de nuestras entidad.
–Desde hace tiempo la Federación, con el respaldo de sus asociados, trabaja para que ciertas sociedades musicales que en realidad no lo son, sean excluidas de la entidad, ya que incumplen los requisitos necesarios para ser miembros de pleno derecho. En las últimas asambleas se anunció con decisión que se iba a expulsar a algunas de ellas. ¿Qué medidas se han tomado ya? –En la Asamblea General de Benicassim celebrada en el año 2015, nuestros asociados tomaron la decisión de requerir el cumplimiento de unos acuerdos a todos las sociedades musicales pertenecientes a la FSMCV. Actualmente nos encontramos en la fase de estudio y solicitud de documentación a las sociedades musicales que no han actualizado sus datos o constan con un escaso baremo participativo. La intención de la FSMCV no es la de expulsar a ningún asociado, sino la de reivindicar el cumplimiento de los acuerdos que las sociedades musicales aprobaron guiados por sus intereses, que son por los que nuestra entidad trabaja.
–¿Cuáles son los principales asuntos por los cuales las sociedades musicales se dirigen a la Federación? –Los asociados se dirigen a la FSMCV a realizar consultas referentes a la participación en proyectos, dudas sobre subvenciones, solicitud de certificados, cuestiones jurídicas, petición de reuniones, propuestas, felicitaciones e infinidad de asuntos de los que estamos encantados de proporcionar una respuesta o solución. Agradecemos la confianza que depositan en nosotros día tras día, la cual nos mueve a seguir trabajando por y para todos ellos con tanta ilusión.