•La música en general, y la de banda en particular, es uno de los valores culturales mas representativos de Comunitat Valenciana. ¿Piensa que este activo se ha sabido vender como un reclamo turístico de primer orden para las comarcas valencianas? Nunca es suficiente. En esta etapa hemos puesto en valor nuestras fiestas y tradiciones como los verdaderos eventos de la Comunitat Valenciana, nuestra seña de identidad que nos aporta valor y nos hace más atractivos. Siempre digo que somos la tierra de las 2.000 bandas de música y eso, además de aportarnos riqueza cultural, nos da un plus de competitividad frente al resto. En la nueva Ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad damos reconocimiento turístico a todo nuestro territorio, además de a la música como un recurso con gran potencial. Eso debemos trabajarlo entre todos para mostrarlo al mundo.
•A lo largo del año son cada vez más los festivales que se celebran en las ciudades valencianas y que atraen a decenas de miles de jóvenes de todo el estado y del extranjero. ¿Cree que estas iniciativas son una buena solución para fomentar el turismo, también en temporada baja? Por supuesto, los festivales son para nosotros un recurso turístico de primer orden. Son un importante foco de atracción de visitantes, suponen un elevado impacto económico y generan empleo e imagen. Así lo hemos reconocido en la ley y con la creación de nuestras marcas Mediterranew Musix y Mediterranew Fest. Con ellas les reconocemos una serie de derechos, aunque también obligaciones, puesto que deben contribuir a reforzar nuestra imagen de un destino abierto, plural, donde todo el mundo tiene cabida. Estoy convencido de que los festivales son una cantera de futuros turistas, que volverán a la Comunitat Valenciana buscando otro tipo de experiencias en otra etapa de su vida.
•Festivales como el FIB, que fue uno de los pioneros en el ámbito internacional, suponen cada año miles de visitantes de diferentes países. ¿Piensa que realmente estos jóvenes llegan a conocer las bondades de la Comunitat Valenciana en materia turística, o sería necesario poner en marcha campañas específicas para consolidar estos visitantes? Desde Turisme Comunitat Valenciana intentamos ofrecer información del destino a esos visitantes que llegan atraídos por la música y sus grupos de culto para que sepan que pueden disfrutar de muchas más opciones. De hecho tenemos un punto informativa en cada uno de ellos, que además este año compartimos con entidades como Calcsicova o los puntos violeta de la Conselleria de Igualdad. Estos espacios deben servir también para informar, ayudar y concienciar. También promocionamos los festivales en grandes ferias a nivel nacional e internacional, como hicimos en Fitur. Los datos de festivales con gran trayectoria, como el FIB, nos confirman que quienes ahora vienen buscando una experiencia musical vuelven en el futuro para disfrutar de nuestro Mediterráneo en Vivo.
•Más allá de estas citas multitudinarias, cada verano las actuaciones musicales se cuentan por cientos en los diferentes municipios valencianos. ¿Piensa que estas iniciativas son necesarias cuando se trata de dar a conocer la potencialidad del sector musical valenciano? ¿No sería necesaria una estrategia global para dar a conocer este fenómeno en toda su magnitud? Por supuesto que sí, todas ellas forman parte de nuestra riqueza cultural. Por eso contamos con dos marcas, una concreta para los festivales de mayor relevancia y otra más genérica donde englobamos todas aquellas manifestaciones musicales que tienen lugar en la Comunitat Valenciana y que son de muy diversa índole. La Muixeranga de Algemesí, los moros y cristianos de Alcoy o el Misteri d’Elx son algunos ejemplos. Para dales mayor proyección tenemos convenios con algunos de ellos, como es el caso del Misteri d’Elx. Recientemente hemos celebrado conciertos en el Palau de la música y en Elx con su coro y el de ‘Los chicos del coro’ de Lyon, donde está previsto realizar otro después del verano. También llevamos dos años trabajando con el Palau de les Arts para, entre otras cosas, colaborar con la puesta en marcha de óperas vinculadas a nuestros productos, como han sido Le Cinesi o Lucrecia Borgia (Ruta de la Seda y Ruta de los Borgia). Nuestra oferta cultural vinculada a la música nos ayuda a promocionarnos como destino de calidad y con capacidad para atraer segmentos muy interesantes por su capacidad de gasto y porque contribuyen a desestacionalizar las llegadas.
•Los músicos valencianos están reconocidos como algunos de los mejores del mundo en sus géneros. ¿Cree que estos artistas tienen las herramientas necesarias para darse a conocer, o hacen falta mecanismos para convertir la música en un elemento capaz de atraer cada vez a más turistas? No soy nada conformista, creo que es un error recrearse en las cifras, aunque en un momento como el actual puedan ser buenas. Por eso siempre pienso que todo está por hacer, que debemos seguir creciendo y apostando por crear nuevos productos y experiencias con capacidad para atraer mercados diferentes, algunos de ellos con gran potencial, como es el caso del asiático. Esto debe ser una obra coral en la que trabajar de la mano de todas las administraciones y del sector, dispuesto siempre a innovar. Desde Turisme Comunitat Valenciana estamos apostando claramente por eso con la creación de las dos marcas, líneas de ayudas específicas para eventos culturales vinculadas a la música, convenios de colaboración con entidades y ayuntamientos que apuestan por estos productos, etc. Pero insisto en que no debemos conformarnos, siempre se puede avanzar un poco más.
•El flamenco en Andalucía; el jazz en New Orleans; o la ópera, en Londres, son ejemplos de propuestas musicales que se han convertido en verdaderas fuentes de riqueza para su entorno. ¿Piensa que en la Comunitat Valenciana, con un movimiento único en el mundo como es el de sus bandas de música, podría darse un caso similar? Sin duda existen los mimbres para poder lograrlo. La Comunitat Valenciana es una tierra de músicos y aquí suceden cosas que no pasan en el resto del mundo. Nuestras fiestas están vinculadas a la música en la calle y eso resulta muy atractivo para los turistas. Esto es una cadena, ahora que somos conscientes de que tenemos el recurso solo falta convertirlo en producto y saber venderlo. El mercado son personas tomando decisiones, y la nuestra debe ser más atractiva que la de nuestros competidores. En nuestra incursión en el mercado asiático una de las experiencias que hemos ofrecido a los turoperadores chinos y japoneses es la posibilidad de formar parte de una banda de música, incluso de tocar con ellos. Hay muchos mercados que no viajan buscando el sol y la playa, sino vivir una experiencia única como ésta, y nosotros podemos ofrecérsela. Celebraciones como la de les Fallas, las Hogueras de San Juan o los Moros y Cristianos son, por méritos propios, focos de atracción turística de primera magnitud. ¿Piensa que los visitantes llegan a valorar en su justa medida la importancia de la música en el entramado cultural valenciano, o puede pasar desapercibida entre en un mercado que alcanza ya un nivel global? Es cierto que existe una oferta muy amplia y diversa en todo el mundo, no es fácil que te elijan entre multitud de opciones. Pero debemos ser capaces de poner en valor nuestros recursos y transformarlos en productos de calidad que nos diferencien, que nos hagan únicos. El turista actual accede fácilmente a la información a través de las redes sociales, con un simple teléfono puede tomar una decisión y organizar un viaje, por eso debemos estar entre sus opciones. Nuestras campañas de marketing online son también cada vez más potentes, con acciones muy novedosas que buscan precisamente llamar la atención de nuestros potenciales turistas. Llevamos tres años apostando fuerte por la diferenciación a través de los productos, porque el turista ya no viene buscando únicamente disfrutar de un destino, quiere irse con la sensación de haber vivido una experiencia única. Nuestra riqueza musical nos permite ofrecer esa posibilidad de formas muy diversas y estoy seguro de que quien viene atraído por ella vuelve con ganas de repetir y de contar lo que ha vivido.
•Cree que sería posible hacer de la música un atractivo turístico a la altura, por ejemplo, de la gastronomía valenciana? No sólo sería posible, sino que tenemos que trabajar entre todos para conseguirlo. Para nosotros es un producto situado al mismo nivel, con el que trabajamos en eventos de promoción a nivel nacional e internacional. El año pasado fuimos a Milán a presentar la temporada del Palau de les Arts, y este año haremos un evento similar en Berlín. Es una forma de contarle a los turoperadores, periodistas e influencers más importantes que somos un destino musical de gran nivel. También, a través de nuestro convenio, hemos empezado a retransmitir las óperas en streaming para darnos a conocer en otros países. Este año colaboramos también con la organización del encuentro de patrimonios inmateriales de la Unesco en Algemesí para poner todavía más en valor la Muixeranga, que el año pasado ya participó en la edición de Pekín. De hecho vamos a traer un grupo de turoperadores japoneses para que la vivan en directo en el mes de septiembre y luego puedan venderla como producto. Lo mismo haremos con el Misteri d’Elx en Lyon o con nuestra oferta de festivales en la mayor feria del sector que se celebra en Ámsterdam. Creo que es posible, por eso ya lo estamos haciendo.
•¿Qué papel deben jugar las instituciones a la hora de poner en valor la tradición musical de la Comunitat? Las instituciones tenemos la obligación de poner en valor aquello que somos, de cuidarlo y mostrarlo al mundo. Es evidente que no recogeremos frutos de árboles que no hayamos plantado, por eso estamos sembrando con mucha intensidad en esta nueva etapa de Gobierno. Sin duda debemos hacerlo todos juntos, la gobernanza colaborativa entre administraciones y sector es fundamental. Hay temas con los que no vale el partidismo, que están por encima de otras cuestiones. Nosotros no vemos colores a la hora de otorgar ayudas o firmar convenios para reforzar la promoción del producto musical, sino posibilidades de futuro para un sector que es fundamental en nuestra economía. Con más de 500 sociedades musicales y decenas de miles de músicos, las bandas de música de son un fenómeno cultural y social de primer orden. ¿Piensa que todo ese entramado llega a los turistas visitan la Comunitat Valenciana? Seguro que todavía no con todo su potencial, pero también se que hay mucha gente trabajando en cambiar eso.
•La tradición musical valenciana ha sido declarada recientemente como Bien de Interés Cultural por el Consell. ¿Esta nueva distinción puede dar a conocer este movimiento cultural a una escala mayor? Eso nos impulsa para poder trabajar con más intensidad, otorga un valor añadido a este producto. Algo similar sucedió con la Ruta de la Seda, y según ha reconocido la propia OMT somos la comunidad que más ha trabajado entorno a la misma. En Turisme Comunitat Valenciana hace tiempo que reconocimos sus posibilidades, así que algo de camino ya llevamos adelantado.