El mundo de la música de la Comunitat Valenciana está hoy de luto después de que ayer falleciera a sus 89 años, el musicólogo olivense Josep Climent, considerado como uno de los mayores conocedores de la música sacra en la todo el territorio valenciano.
El legado de Josep Climent, que incluso da nombre al Conservatorio de su localidad natal, es grande y suyas son algunas de las composiciones que hoy tienen un lugar principal en el cancionero religioso, como el “Tedéum” que se interpreta el 9 de Octubre en Valencia cada 9 de octubre, la misa en honor a San Vicente Mártir, la Misa breve de Fallas o el poema sinfónico del “Desenclavament”, que cada año se interpreta en la Semana Santa olivense, entre muchos otros.
Sacerdote, organista y musicólogo, prefecto de música sacra de la Catedral de Valencia, Climent fue fundador de la Escuela Municipal de Música de Valencia, el germen del actual Conservatorio Superior, y a lo largo de su carrera ha publicado varios estudios sobre la música religiosa que lo convierten en uno de los principales conocedores de esta materia. También era académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia y de la Real Academia de Cultura Valenciana, entre muchos otros cargos, que lo convierten en uno de los hombres más relevantes de la musicología valenciana de las últimas décadas.
La importancia del musicólogo, que habría cumplido los 90 años el próximo agosto es tal, que incluso había sido nombrado Hijo Predilecto de Oliva, su ciudad natal; y también es Hijo Adoptivo de Valencia, donde residía habitualmente.
Hoy mismo estaba previsto que el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, presidiera la misa exequias en la misma Catedral de Valencia, de la cuál Climent fue nombrado organista y canónigo. Tras ello, los restos mortales debían ser trasladados a Oliva, donde recibirán sepultura tras una misa en la parroquia de Santa Maria.