El Presidente de la FSMCV, Pedro Rodríguez, sigue su particular cruzada para conseguir una mejro financiación para las Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana por parte de la Conselleria de Educación y Cultura, a la que ha acusado de dejar a las bandas de música por debajo de la media en el presupuesto anual para 2017.
Rodríguez ha hecho estas declaraciones en una entrevista en la Cadena Ser Valencia, en la que se ha referido a las últimas cifras presentadas en los presupuestos de Cultura, que si bien se han incremento en un 14,4 por cien respecto a 2016, la partida dedicada a la Federación sólo ha aumentado en 6.000 euros, lo que supone solamente un 0,04% más que en el año anterior.
Ante estos datos, Pedro Rodríguez ha destacado que la Federación aglutina a 547 sociedades musicales; más de 200.000 socios; 1075 bandas de música, entre bandas sinfónicas, bandas jóvenes, orquestas, big bands y otras agrupaciones; y más de 600 centros educativos. Estos números representan un hecho único en el mundo, y vienen a corroborar que la crisis ha fortalecido a las sociedades musicales, que cuentan ahora con más socios y más educandos que hace cinco años. Sin embargo, ha destacado Rodríguez, «no estamos en la media, ni siquiera en la media de Conselleria, que es el 5,45%; nos estamos quedando atrás». Para el direigiente de la FSMCV, las Sociedades Musicales de la Comunitat son la mayor industria cultural del territorio, y se a quejado que “solamente obtienen el 1,7% del presupuesto de Cultura». Para el presidente de la FSMCV, el problema es que «la administración no acaba de creérselo», por lo que «no hay repercusión de este gran entramado social o de esta cultura popular que lo impregna todo en el tema musical trasladándose a los presupuestos o al ámbito político», ha destacado Pedro Rodríguez.
El Presidente de la FSMCV ha querido aprovechar la ocasión para felicitar a todos los músicos y las sociedades musicales por Santa Cecilia, la patrona de la música, una celebración que este año ha coincidido con la presentación de los presupuestos de la Generalitat y que ha dejado un sabor agridulce por la necesidad de reivindicar, un año más, una financiación justa para las sociedades musicales.