La cuenta atrás para que la UNESCO determine si las Fallas merecen ser declaradas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad ya ha comenzado. Y es que será a finales de este mes de noviembre cuando el comité de expertos se reunirá para decidir entre las diferentes candidaturas presentadas a obtener este importante reconocimiento que sería para la fiesta valenciana, el punto culminante a dos años de intenso trabajo.
Por eso, con el objetivo de presentar batalla hasta el último minuto y dar a concer al mundo la importante historia que hay detrás de la fiesta de las Fallas, la Junta Local está realizando múltiples actos que ayude. El ñutlimo tuvo lugar este fin de semana en el Salón Columnar de la Lonja de la Seda de Valencia, un edificio reconocido también como Patrimonio de la Humanidad que se visitió de gala para acoger la presentación de la obra “Fallas: Un patrimonio en común”, un recopilatorio visual excepcional del significado de la fiesta y de los elementos que serán protegidos por la UNESCO en caso de salir vencedora.
Entre estos el ementos principales que se mueven alrededor de las Fallas, sin duda la música juega un papel prinicipal, dando color a todos los actos que se realizan y llenando de vida las calles valencianas durante los varios días de fiesta. Por eso, la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana estuvo representada en la cita por Remigi Morant, vicepresidente primero de la Federación, que quiso mostrar con su presencia el respaldo que la FSMCV otorga a la candidatura.
La música es un elemento indispensable en la fiesta fallera. Las bandas de música, las charangas o los pasodobles son solo algunos de los elementos musicales que forman parte de la tradición fallera y que hacen de la misma una fiesta única, espectacular y abierta a toda la sociedad. De hecho, tal y como recoge la web de la publicación, la ciudad de Valencia se convierte en un escenario abierto, durante la semana de Fallas. La tradición musical valenciana, a partir de las sociedades musicales y los grupos de tabal y dolçaina, ha visto ampliar su desarrollo gracias a las fiestas populares en general y las Fallas en particular.